AUTOMOCIÓN

Los prototipos más increíbles que han visitado el Salón del Automóvil

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Redacción

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Desde sus comienzos, el Salón de Barcelona ha sido un escaparate donde se han mostrado los prototipos y supercoches más innovadores y atractivos de cada momento, invitando a soñar y a viajar al futuro al público asistente al certamen. Ponemos en marcha nuestra máquina del tiempo.

En las primeras ediciones antes de la Guerra Civil, el Salón invitaba a soñar con marcas como Hispano Suiza, Elizalde o Mercedes-Benz a la cabeza. A medida que pasaban las ediciones, los coches del Salón de Barcelona se iban diferenciando más de los de calle, dando la sensación de un salón futurista, algo que empieza a mostrarse en la edición de 1933.

En la edición XIII del Salón de Barcelona, celebrada en 1971, el Lancia Stratos de Bertone fue la gran atracción del Salón con su singular sistema de acceso interior a través del parabrisas delantero. Muy pocos visitantes se resistieron a entrar o al menos intentarlo. Los Ferrari 512 S y Alfa Romeo 33 de Pininfarina también atrajeron un gran número de miradas de los aficionados asistentes a ese Salón. Una edición más tarde, esta particular batalla continuaría con el Citroën GS Camargue de Bertone. 

Es en 1973 cuando Giorgietto Giugiaro, a través de la firma ItalDesign, se estrenaba en el Salón del Automóvil de Barcelona exponiendo el Maserati Boomerang, un vehículo de afiladísima silueta, en pos de la aerodinámica, cuyo diseño influyó en modelos posteriores. Ese año Bertone presentaba tres modelos que entraron en producción, el Fiat X 1/9, Alfa Romeo Montreal y el Lamborghini Urraco, diseñado por Marcelo Gandini para la empresa carrocera.

A lo largo de los años 80 la presencia de los carroceros se hizo algo más esporádica, en 1985 Pininfarina mostraría el Griffe 4, sobre base Peugeot, que conmemoraba el 30 aniversario de la colaboración entre ambas compañías iniciada con el 403, y también el Lancia Thema.

Es entonces el turno para que algunas marcas comiencen a presentar prototipos que sin ser emocionales, sí tenían cierto aire futurista. Como Citroën que en el Salón de 1985, muestra el Eco 200, cuyo desarrollo de coche ligero y de bajo consumo le sirve para el futuro desarrollo del AX, y el Eole de diseño muy avanzado y aerodinámico que contaba con un interior en donde se podían ver numerosos elementos que anticipaban los coches que estamos viviendo ahora, con pantallas de gran protagonismo y teclados incluidos.

Pero también, en ocasiones, ha habido prototipos que han mostrado una idea pero no se han llegado a fabricar. El IBE 2.0 Concept de Seat, presentado en 2011, que mostraba el futuro eléctrico de la marca española, preparado para el Car2X y manejado por el móvil, es un ejemplo. En la edición de 2015, la marca presentaba otro prototipo que avanzaba sus líneas futuras, el 20V20 y que hemos visto cómo era el germen de la actual gama SUV de Seat. Y es que la marca española, fiel al Salón del Automóvil, ha mostrado, desde sus comienzos, sus prototipos en el certamen barcelonés, como sucedió con el Salsa y el Tango de principios de la década pasada.