NOVEDAD

Gopegui retrata la rebeldía de los adolescentes

La escritora madrileña reniega del «narcisismo» de 'El guardian entre el centeno'

Belén Gopegui, durante la presentación del libro en Barcelona.

Belén Gopegui, durante la presentación del libro en Barcelona.

ELENA HEVIA
BARCELONA

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Experta en retratos generacionales habitados por multitud de personajes, Belén Gopegui (Madrid, 1963) ha hecho un esfuerzo de síntesis en su séptima y breve novela,Deseo de ser punk(Anagrama), un introspectivo retrato de Martina, una adolescente de hoy que como muchas considera la palabra como un instrumento «para embaucar» y deposita sus esperanzas en el rock. De ahí que la novela esté surcada por una banda sonora en la que tienen cabida Alice Cooper, AC/DC, Johnny Cash, David Bowie, Guns’n Roses y por supuesto Iggy Pop, cuyo retrato mira guasón y con un punto de dulce comprensión desde la portada.

Por cierto, que el cantante norteamericano exigió a la editorial una botella del mejor vino español a cambio del permiso para que se publique esa foto.

Y vuelve también Gopegui a desplegar ideología una vez más. Lejos de identificarse con el ideario punk más nihilista, de los Sex Pistols por ejemplo, el suyo tiene los aires más constructivos y comprometido de los Clash, que aparte de romper guitarras proclamaban ya hace casi tres décadas que otro mundo era posible. «Martina está buscando una salida y lo que no le interesa es complacerse en que no hay salidas. Por eso conecta con esa parte del movimiento punk que decía que con este presente no tenemos futuro y por esa razón debemos construir uno nuevo», explica la autora.

NOVELA DE INICIACIÓN /Deseo de ser punk, título que parafrasea un verso de Leopoldo María Panero, asume su condición de novela de iniciación e inevitablemente se instala en el camino abierto porEl guardián entre el centenode Salinger, al que cita en varias ocasiones. «Pero a la vez también quería alejarme de esa novela porque hay en ella un narcisismo autocompasivo que no me gusta y deseaba evitar a toda costa», puntualiza Gopegui, que también menciona como influencias alLazarilloyMartin Edende Jack London.

Pudorosa hasta el extremo con su intimidad, Gopegui se niega a decir «Martina soy yo». «He hablado con muchas jóvenes y, aunque jamás me ha interesado la reconstrucción de la memoria, inevitablemente a la hora de escribir he recuperado a la adolescente que todos llevamos dentro», afirma. De ahí que su afirmación de que «en la adolescencia lees novelas para descubrir el mundo, cuando te haces mayor ya no necesitas la ficción» adquiere un carácter especial.