El Turó del Pollo: Los iberos del Puigcastellar

Sobre el Turó del Pollo (Santa Coloma de Gramenet) se asentaba el importante poblado ibérico del Puig Castellar. Habitado entre los siglos VI al III antes de nuestra era, estaba ocupado por miembros de la tribu de los laietanos, cuyas posesiones se extendían desde el valle del Llobregat hasta el del Tordera y una parte del Vallès. Las excavaciones de esta zona se iniciaron a principios del siglo XX y en la actualidad han dejado al descubierto más de 5.000 metros cuadrados de construcciones y estructura urbanística de nuestros predecesores.

Este itinerario, que asciende hasta el Turó del Pollo, se inicia en el barrio badalonés de El Canyet, sobre la carretera BV-5011 que une Badalona con Montcada i Reixac por la Vallençana. Hay que dejar el Canyet por el camino que lleva al monasterio de Sant Jeroni de la Murtra. El edificio, de estilo gótico, data del siglo XV y fue fundado por la orden de los Jerónimos cuando se trasladaron desde Sant Pere de Ribes (Garraf) a la casa de Ça Murtra, gracias a las gestiones del mercader barcelonés Bertran Nicolau. Posteriormente, se añadieron las dependencias propias de un monasterio, en las que los Reyes Católicos recibieron, en 1493, a Colón a su regreso del primer viaje a América. En 1975 recibió la consideración de monumento histórico-artístico nacional.

Saliendo del monasterio en dirección a Santa Coloma de Gramenet, la ruta gira a la izquierda. Hay que tomar un camino cerrado por una cadena, cruzar un pequeño llano y seguir un sendero que sube en dirección a una antena. Tras desembocar en una pista, seguimos a la izquierda hasta encontrar un pequeño muro. Junto a este, un sendero que sube con fuerza lleva de nuevo a la pista. No se tarda en llegar a la ermita de Sant Climent, edificada en el siglo XVI por los monjes de Sant Jeroni. Cerca de esta se levanta otro templo dedicado a Sant Onofre. Este tramo es conocido como la sierra de las Ermitas. Vale la pena descender unos metros siguiendo la indicación de Cau d’en Genis. Se trata de una cavidad natural aprovechada como punto de enterramientos megalíticos.

De nuevo en el camino que discurre por el cordal de la montaña, siguiendo a la izquierda, se llega al pie del Turó del Pollo sobre el que se encuentra el poblado ibérico del Puig Castellar.