ARTE

Un seminario rescata a la Frida Kahlo catalana

Remedios Varo se exilió en México, donde su obra es patrimonio nacional

GEMMA TRAMULLAS
BARCELONA

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Mujer, latinoamericana de adopción y exiliada. Si a esta biografía se añade una temprana inclinación por lo espiritual, no es raro que la mayoría de los historiadores de arte europeos hayan ignorado la existencia de Remedios Varo. Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, un seminario reúne a partir de hoy en la sede de la calle de Montalegre de la Universitat de Barcelona (UB) a expertas en la vida y la obra de una de las pintoras más destacadas de la generación surrealista.

Remedios Varo nació en Anglès (Selva) en 1908, pero la guerra civil la forzó a exiliarse en México, donde falleció en 1963, en pleno apogeo de su carrera. En este país (que ella consideraba más suyo que la España que abandonó), su legado tiene el rango de patrimonio nacional, ni más ni menos que el de su coetánea Frida Kahlo. Sin embargo, su trascendencia artística no ha vuelto ha cruzar el Atlántico.

Janet Kaplan, autora deViajes inesperados. El arte y la vida de Remedios Varo, acaba de llegar de Filadelfia para participar en el seminario y las actividades organizadas por la UB y el Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison. Esta historiadora la define como "una mujer indescriptiblemente divertida, lista, imaginativa y una lectora empedernida que sabía más de ciencia que los científicos". Una suerte de Leonardo da Vinci moderno con un mundo interior cargado de simbolismo.

El padre de Remedios era ingeniero hidráulico y ella creció empapándose de conocimientos técnicos que luego aplicó en sus cuadros. "Muchas de sus figuras tienen ruedas en vez de piernas", explica Kaplan. "¡Y lo más sorprendente es que sus inventos pueden funcionar! Por eso fue muy respetada en círculos artísticos y llama la atención de muchos científicos contemporáneos".

A PARÍS POR LA GUERRA

Varo combinó las monjas con una formación artística en Madrid y con veintitantos años ya frecuentaba la vanguardia catalana. La guerra la expulsó primero a París, donde coincidió con André Breton. En su relación con los protagonistas del surrealismo no terminó de jugar el papel de musa, como era habitual entre las mujeres del entorno. Ella era crítica, tenía sentido del humor y vivía con normalidad el hecho de tener varios amantes simultáneamente.

Según Kaplan, los surrealistas articularon cuatro papeles para la mujer: "Mujer niña, mujer fatal, diosa y musa". "No hay pruebas de que Remedios se dejara influir por esta presión, pero el hecho es que muchas mujeres conectadas con el surrealismo eran jóvenes y bellas, y muy pocas tenían hijos. Ella tampoco".

Con su segundo marido, el poeta Benjamin Péret, acabó exiliándose en México. Su mundo interior conectó con la personalidad mágica del inmenso país y fue allí, con el apoyo de su tercer compañero, Walter Gruen (fallecido hace unos días), y la compañía de Leonora Carrington, su amiga íntima, donde pintó la obra por la que se la reconoce.

Detallista y sutil, Varo pinta mujeres que suelen tener su rostro y que habitan mundos simbólicos e inquietantes. Su producción reúne un centenar de cuadros, entre ellosLos amantes, en el que dos figuras femeninas parecen besarse y que inspiró a Madonna su videoclipBedtime Story. También construyó muebles, juguetes y máscaras, y escribió relatos, cartas y ensayos. "No pasa un día sin que reciba una carta de alguien que me pregunta, atónito, cómo es posible que esta mujer sea tan desconocida", concluye Janet Kaplan.