ENTREVISTA CON Anna Gavalda, Escritora
Anna Gavalda: "El éxito estropea la espontaneidad"
En el 2004 'Juntos nada más' (2,3 millones de ejemplares) la catapultó. Ahora publica 'El consuelo' (Seix Barral / Edicions 62).
Por su nombre y su apellido se diría catalana. Pero Anna Gavalda es una francesa de pura cepa, criada en una familia burguesa de la periferia chic de París y educada por las monjas. Sin embargo, Gavalda se mantiene alejada de los focos y se toma su tiempo para tejer sus historias de personajes torturados, ricas en descripciones de la vida cotidiana.
.--Ha necesitado cuatro años para realizar su último libro, El Consuelo, ¿tenía necesidad de cierta perspectiva después del éxito de sus libros precedentes o ha sido un relato más difícil de construir?
--Ha sido largo porque tenía miedo. Siempre tengo miedo de escribir y de no tener éxito. Y como cada día me hago mayor, cada vez soy más miedosa y necesito más tiempo para decidirme a dar el salto. Debería no sentir más temor, pero ¿cómo lograrlo? Es cierto que el éxito estropea la espontaneidad. Uno se siente responsable de alguna cosa pero no sabe muy bien de qué. Es completamente idiota....
-- Usted se distancia de la celebridad y del mundo mediático ¿Por qué?
--Porque prefiero vivir en la sombra. Si me gustara exponerme no habría elegido este oficio de soledad y encierro. Los escritores son como esos pequeños animalitos que viven bajo las piedras...
--¿Siente necesidad de protegerse?
--Sí, como todo el mundo, creo.
--Tres millones de ejemplares vendidos, ocho horas en el Salón del Libro de París sin parar de firmar. ¿Mucha presión?
--No, la presión se detiene justamente cuando empiezo a escribir. Cuando estoy con mis personajes, olvido todo el resto. Solo ellos existen verdaderamente y son ellos los que ejercen la mayor presión.
--En El Consuelo
--No, se trata de un hombre en un momento de su vida. No tiene nada que ver, no soy socióloga.
-- Sus personajes femeninos a menudo son personas con profundas heridas y fuertes a la vez.
--Todo el mundo es así, todo el mundo es fuerte y herido a la vez, es lo que se llama sensibilidad.
--Mantiene mucho contacto con sus lectores. ¿Cuánto le influyen?
--Probablemente toda la gente con la que me cruzo, lectores o no, tienen una influencia sobre mi trabajo. Soy como una esponja, absorbo todo lo que veo y lo que oigo.
--Se ha dicho de usted que es la hija natural de Françoise Sagan y de Claude Sautet.
--Me complace muchísimo. Me parece que son un padre y una madre maravillosos. ¡No podría haber deseado mejores padres!
--¿Qué autores le gustan?
--Leo sobre todo los grandes clásicos. Tengo la impresión de que me enseñan mi oficio cada día. Balzac o Shakespeare son buenos profesores e intento estar atenta a sus enseñanzas a pesar de los siglos que nos separan. ¡Por primera vez en mi vida me esfuerzo por ser buena alumna!
--¿Las raíces son importantes en su obra?
--No son las raíces las que influencian el trabajo, es la vida. La infancia, la adolescencia, los males de amores, los años de escuela, los primeros trabajos, los libros que has leído, las películas que has visto, la gente que has conocido, querido, detestado, los paisajes, los viajes, los museos, también la música que has escuchado...
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