NUEVOS ACTORES BANCARIOS

Las fintech revolucionan el sector, pero no son el 'milagro' bancario

La fintech han llegado para quedarse y se demuestra porque ya hay 400 empresas catalogadas con ese término. Pero ¿son tan buenas e innovadoras como parecen? Tienen que ganarse la confianza de los consumidores y ya van de camino.

La fintech han llegado para quedarse y se demuestra porque ya hay 400 empresas catalogadas con ese término

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Marta Gracia

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Las fintech han irrumpido en el mercado financiero con fuerza. La sociedad española va adaptándose a este nuevo modelo de servicio financiero. Pero todavía queda mucho camino para que estén totalmente integradas, es cierto, que cada vez son más las personas que confían en las fintech. Sobre todo gente millennial. Según el Primer Estudio sobre conocimiento, hábitos y uso elaborado por Asufin, ya forman parte de la operativa financiera habitual del 15% de la población. 

El término acuñado para catalogar a estas empresas, unas 400 que ya operan en nuestro país con mayoría de startups, según las últimas estimaciones, lo conoce un 30% de la población. El usuario de servicios y productos Fintech está situado mayoritariamente en la franja de edad de los 26 a los 35 años, así como en la de 36 a 45 años. Sin embargo, el grado de conocimiento de lo que ofrecen estas empresas es muy acusado en la franja de edad más joven, de 18 a 25 años. 

“Las fintech conectan con la generación milenial pero también con un gran número de personas mayores de 35 años desencantadas con la banca tradicional”, asegura José Ramón Sánchez Galán, profesor de finanzas en EAE Business School. De hecho, el 51% de los españoles recomendaría a sus amigos y familiares su proveedor fintech, solo un 30% recomendaría a su banco. 

Los españoles que operan de modo habitual con empresas fintech lo hacen de forma mayoritaria, el 85%, para efectuar pagos; hasta el 38% emplea los agregadores que permiten gestionar mejor las finanzas (todos los bancos en una misma aplicación) y cerca de un 25% está familiarizado con comparadores, neobancos y compra de criptodivisa. A lo que siguen los servicios de inversión, contratación de seguros y financiación de proyectos.

¿Confiamos más en las fintech que en los bancos tradicionales?

“Los grandes bancos son conscientes de las amenazas que estos nuevos competidores pueden suponer para su modelo de negocio”, explica Sánchez Galán. Hay que tener en cuenta que estas startups “crean grietas por las que las entidades pueden perder los beneficios” y también su papel como interlocutor central con el cliente en lo relativo a su vida financiera. Sin embargo, matiza el profesor de EAE Business School, pueden ampliar las posibilidades bancarias.

Por ello, apunta que no resulta sorprendente que una gran cantidad de empresas de diferentes sectores ya estén al día en cuanto a innovación abierta y la implementen de forma activa. “Los bancos y las empresas de servicios financieros darán espacio a la libertad de elección de sus clientes”, explica, ya que la opción de delegar la gestión de sus ahorros en una lista de proveedores o bien de asumir el control de su propio dinero. 

Sin embargo, la presidenta de Asufin, Patricia Suárez, alerta que hay que tener cuidado con las fintech “porque se están configurando a espaldas del consumidor, pero sin el consumidor”. De esta manera, desde la asociación trabajan mucho en educación financiera: “Hay nuevos productos y servicios, son más fáciles, podemos abrir cuentas con el móvil en otro país. Están mejorando los procesos, la globalización y la rapidez. Pero hay que tener cuidado en otros aspectos porque se cometen los mismos errores que en el pasado. Por ejemplo, el sobreendeudamiento”.

José Ramón Sánchez Galán explica que para ser tan “buenas” como parecen es necesario que se cumplan ciertos aspectos. Así señala que deben generar confianza y seguridad en los usuarios, incrementar su valor de marca y diferencial, lograr tener una regulación propia y competir y colaborar con los bancos, son algunos de los retos a los que se enfrentan las fintech.

Pero ¿puede el usuario confiar en ellas? el profesor explica que una Fintech, al no disponer de licencia bancaria de crédito (aquella que tienen los bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito), “puede asustar a los clientes porque significa que, por sí misma, no está adherida a un Fondo de Garantía de Depósitos ni sometida a las empresas reguladoras que revisan su actividad”. Sin embargo, matiza que hay que aclarar que los neobancos son igual de seguros que el resto de entidades: “Suelen tener licencia de dinero electrónico. Esto les permite desarrollar ciertas actividades financieras al mismo tiempo que les exige algunas medidas de seguridad”. 

Por ejemplo, están obligados a depositar los fondos de los clientes en una o varias cuentas de bancos que sí estén adheridos a un FGD, así que éste respondería ante los clientes en cualquier situación de dificultad. Además, teniendo en cuenta su operativa limitada, no pueden asumir mucho riesgo ya que no suelen realizar inversiones ni transacciones que puedan arriesgar los ahorros de sus usuarios. Cuando una fintech consigue una licencia de crédito se convierte en Challenger Bank. “A partir de ese momento tendrá que someterse a las mismas leyes y parámetros que los bancos tradicionales, algo que le permitirá ganar en independencia respecto al banco que lo respalda y aumentar los productos y servicios que ofrece a sus clientes”, comenta.

La revolución del sector

Mientras las fintech se van ganando la confianza del usuario, está claro que ya han revolucionado el sector. “A tenor de los números podemos asegurar que es un sector que ha llegado para quedarse”, asegura el profesor Sánchez Galán y ejemplifica con BBVA “que ya ha movido ficga para posicionarse en la transformación del sector financiero con las fintech”.

A nivel mundial, en sólo tres años el mercado alternativo financiero creció un 48%. Dentro de los países europeos, España se sitúa como el sexto mayor mercado de financiación alternativa creciendo de los 6,3 millones en 2018 a los 2 billones en 2019. En España, el año pasado se movieron alrededor de 60 millones de euros en financiación alternativa, una cifra que pone de manifiesto la consolidación de las empresas fintech en el país. 

Solo a través de estas plataformas de Fintech se han financiado 5 millones de euros y ha crecido un 240 por ciento en el último año. “Las startups sobre servicios financieros Fintech son las más prometedoras del mundo según los inversores más activos en los últimos meses”, puntualiza.