SER O NO SER FUNCIONARIO

¿Es un 'chollo' ser funcionario? Preguntamos a una empleada pública, un opositor y un trabajador por cuenta ajena

Seis de cada diez empleados públicos lo son. La tranquilidad, el sueldo fijo y los buenos horarios son algunas de las razones que esgrimen para enfrentarse al difícil desafío que supone estudiar una oposición

Funcionarios del INEM

Funcionarios del INEM / economia

Nieves Ruiz

Nieves Ruiz

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El número de empleados públicos y funcionarios sigue aumentando. Según los últimos datos hay más de 2.553.000 empleados públicos, 19.000 más que en julio del año pasado, de ellos más de la mitad son funcionarios. Una cifra que crece desde el inicio de la crisis. La búsqueda de tranquilidad y tener un puesto de trabajo inmune a recesiones se encuentran detrás de estos datos. Pero, ¿es tan buena idea ser funcionario?

Son las 7 de la mañana y suena el despertador de Juanjo. En dos horas tiene una cita en el Ministerio de Agricultura para leer en voz alta su primer examen de oposición. Si lo aprueba podrá pasar a la siguiente fase, una prueba de inglés oral y escrita.

Es la segunda vez que se presenta a las oposiciones del Cuerpo Nacional Veterinario y confía en que este será su año. “Espero que mi esfuerzo sea recompensado”, comenta ilusionado. En la actualidad compatibiliza su trabajo a jornada completa con el estudio de la oposición. Como él mismo dice, no sabe lo que es tener tiempo libre. “El día a día se hace muy duro, cuando sales del trabajo tienes que desconectar, cambiar el chip y estudiar otra cosa totalmente diferente a lo que haces en el trabajo. Además está el tema de tener que pedir días libres para hacer los exámenes. Es tiempo que no tienes para ti, si no para estudiar y examinarte”.

Su caso es complicado porque vive en Murcia, y cada vez que asiste a un examen, tiene que gastar tiempo de sus vacaciones para ir a Madrid. En la actualidad dedica doce horas al día entre trabajo y estudios. “Durante la semana no tengo descanso, si estoy lejos de la fecha de exámenes puedo coger un dia o medio a la semana para desconectar, pero en época de exámenes no puedo descansar ni eso”, nos comenta.

A pesar del esfuerzo tiene claro que le compensa. “La estabilidad que da ser funcionario es lo que más me motiva. La empresa privada está muy bien, pero no hay nada seguro y siempre piensas que puede ir algo mal y acabar en la calle. Además los sueldos de las empresas privadas por lo general son muy bajos para los que empezamos”.

Le dejo mientras sigue preparándose para enfrentarse a su examen. 400 personas como él luchan para quedarse con 40 plazas para ser funcionarios.

"No soportaba mi horario, dedicaba doce horas al día a trabajar y no podía dormir"

Leticia es empleada pública desde hace más de un año. Su caso es muy especial, porque decidió abandonar un trabajo muy bien remunerado en una de las empresas más punteras en tráfico aéreo de España, por la tranquilidad de tener un buen horario. La suya era una oposición difícil, se presentaban 3.000 personas para solo 3 plazas, y ella fue la número uno. “No soportaba mi horario, me sentía totalmente explotada, dedicaba doce horas al día a trabajar además de hacer extras fuera de mi hora. Me estaba afectando a la salud porque del estrés que tenía no lograba dormir bien por las noches.

Según nos cuenta “soñaba con tener un puesto de trabajo más tranquilo, sin presiones ni la constante preocupación que da el no saber si algún día me quedaré sin trabajo”. Un día decidió dar un giro de 180 grados a su vida y se apuntó a una oposición. El suyo ha sido un cambio radical, sólo se arrepiente de no haberlo hecho antes: “Ahora duermo muchísimo mejor por las noches y me siento más tranquila. Trabajo de 9 a 6 pero ya no hago horas extras por lo que por fin tengo más tiempo para estar en mi casa, salir con mi pareja, o ir a hacer la compra. Puedo tener vida”.

“La monotonía del trabajo que te aporta un funcionariado no merece la pena”

Álvaro no tuvo tanta suerte. Estudió para Técnico de la Administración Civil del Estado durante 4 años, pero finalmente decidió abandonar la oposición. “Es muy complicado y cada vez más, debido al menor número de plazas convocadas y el aumento de opositores que buscan tener un empleo estable y seguro”.

Según afirma para tener éxito se necesita dedicación plena y absoluta en el estudio al menos durante una media de cuatro años, una cantidad de tiempo que no todo el mundo está dispuesto a perder. “Hay que tener mucha fuerza de voluntad y sacrificio dado que estudiar una oposición es realizar un trabajo a tiempo completo, sin vacaciones ni remuneración y con muy pocas probabilidades de obtener un resultado satisfactorio”.

En su caso lo único que lamenta ha sido el tiempo perdido. “Mi oposición no tenía una salida directa en un despacho o empresa privada como lo tenían otras”. Así que decidió buscar esa salida por su cuenta, y la encontró en la empresa privada. “Tras decidir dejar las oposiciones y dada la situación del mercado laboral que había en España, opté por irme al extranjero y allí encontré fácilmente trabajo como abogado en un despacho español”. Allí ha establecido su lugar. Según afirma la empresa privada da la posibilidad de seguir creciendo, aprender, cambiar y enriquecer tu vida con infinitas experiencias. Para él la monotonía del trabajo que te aporta un funcionariado no merece la pena.