Toni Acosta o cómo una camarera llegó a ser actriz gracias a una canción de Pau Donés

Esta anécdota nos ha tocado el cuore.

Toni Acosta

Nos encanta el look pero el dibujo del vestido no le estiliza demasiado.

/ GJB

Todavía estamos con el corazón encogido tras la muerte de Pau Donés hace unos días y las despedidas de la gente que lo acompañó a lo largo de su vida, los homenajes y las anécdotas no paran de aparecer en las redes sociales. Esta nos ha parecido tan bonita que merece la pena contarla, porque se trata de sueños cumplidos y eso siempre resulta inspirador.

Ha sido Toni Acosta la que a través de su cuenta de Instagram ha compartido cómo Pau intervino, sin saberlo, en su carrera como actriz. Ha subido un recorte de una entrevista que El País Semanal le hizo a 'Jarabe de Palo' en el año 1998 en donde cuentan la anécdota acerca de una camarera que los atendió en un restaurante mexicano. "Durante la comida, ella no dijo nada, pero cuando nos íbamos, salió a la calle y nos dijo que se había hecho una fotocopia gigante de la letra de la canción y que estaba frente a su cama para verla cada mañana, para ayudarle a cumplir su sueño". Habla de 'Una vez, un sueño', una de sus canciones más míticas.

Pau confiesa que se le tiró al cuello, "Fue una pasada. Ya solo por estas cosas vale la pena esto”. Como ya supondrás aquella camarera es Toni, que por aquel entonces había dejado su Tenerife natal para intentar hacerse un hueco en la actuación... ¡y vaya si lo logró!

La parte triste de la historia es que jamás volvió a ver al cantante, así que no pudo contarle que había sido capaz de conseguirlo: "Nunca volví a encontrarme en persona con Pau Donés. Me hubiese encantado decirle "lo conseguí, soy actriz, hubo momentos difíciles, pero lo conseguí. Gracias Pau". Uno siempre piensa que le queda tiempo. Siempre pensé que me encontraría con él para decirselo en persona."

Amiga esto nos deja dos moralejas: la primera es que tenemos que perseguir nuestros sueños y la segunda, es que nunca debemos dar por hecho las cosas y tal vez merece la pena hablar cuando estamos a tiempo.

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