Shakira siente la "serenidad" del desierto junto a sus hijos por Navidad

Tras sobrellevar uno de los años más complicados de su vida a nivel personal, tanto en lo referente a su ruptura con Gerard Piqué (35) como a cuenta de los problemas que arrastra con la hacienda española, resulta comprensible que Shakira (45) haya querido disfrutar de las fiestas navideñas con sus dos hijos, Milan y Sasha, y recluida en un entorno que le aportara paz y "serenidad".

Así lo ha expresado la propia cantante al compartir una bonita imagen que la retrata en medio del desierto de Dubái, abrazada a sus pequeños y con un halcón descansando sobre su puño. La artística imagen refleja como ninguna otra el alivio que debe de sentir la cantante de 'Te felicito' tras haber llegado a un acuerdo con su expareja, quien se retiró recientemente del fútbol profesional, acerca de la custodia de su prole, que será compartida y que llevará a los menores a vivir la mayor parte del tiempo con su madre en Miami.

"En el desierto buscando la serenidad esta navidad", se ha limitado a escribir la estrella del pop en la descripción de la foto, en la que se aprecia lo mucho que han crecido sus hijos y lo volcada que está con ellos la artista colombiana desde que se confirmara públicamente su regreso a la soltería. Uno de los mejores amigos y colaboradores de la diva, Carlos Vives, es plenamente consciente de los tiempos tan difíciles que ha atravesado recientemente Shakira, lo que se intuye en el mensaje que le ha dirigido para felicitarle las fiestas. "Besos, Shak. Que el niño Dios te traiga cosas buenas en este 2023. ¡Te quiero!", ha expresado.

Aunque parece que su dinámica familiar ha quedado definitivamente encauzada tras meses de duras negociaciones con Piqué, quien por su parte ha rehecho su vida sentimental con Clara Chía Martí, en el año que está a punto de comenzar la cantante tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados para enfrentarse a sus disputas con la Agencia Tributaria. El pasado mes de septiembre, la jueza determinó que Shakira debía ser procesada por un presunto delito de fraude fiscal, por el que la fiscalía pedía más de ocho años de cárcel y una multa cifrada en 23,7 millones de euros. La intérprete, quien cambió recientemente de abogado, insiste en su inocencia y acusa a este organismo de atacarla injustamente por mero afán recaudatorio.