Sara Carbonero se veía horrorosa tras su segundo embarazo

La periodista Sara Carbonero (37), ex de Iker Casillas como medio mundo sabe ya, y madre de los pequeños Martín y Lucas con el exfutbolista, ha recibido en su espacio radiofónico 'Que siga el baile', a la actriz Sara Sálamo, quien acudía a la emisora Radio Marca para promocionar su última película, 'El año de la furia', así como para charlar con su buena amiga sobre algunos de los muchos temas que ambas tienen en común. Empezando por el nombre.

Uno de ellos ha sido, por supuesto, la maternidad, ya que la intérprete canaria tiene dos retoños, los pequeños Theo y Piero, con su novio, el delantero del Real Madrid Isco Alarcón. Aunque Sara ha sido bastante comedida a la hora de ahondar en sus experiencias personales, en más de una ocasión ha reconocido sentirse identificada con algunas de las revelaciones de su compi, quien ha dejado bien claro que su experiencia posparto, por ejemplo, no fue en absoluto perfecta.

"Recuerdo que tenía muchísima información sobre el embarazo, pero nada sobre el posparto: entonces me produjo muchísima tristeza, me sentí fatal", ha reconocido la artista en un momento de la conversación, mientras que la periodista ha querido rememorar las sensaciones que tenía sobre su aspecto físico tras la llegada de Lucas al salir del hospital, cuando flipó al verse después en las fotos que salieron de ella. "Yo no estoy estupenda, no me siento estupenda", ha recreado sobre lo que le pasaba por la cabeza tras leer varios comentarios que aseguraban que estaba guapísima a la salida del hospital.

"Yo me puse un vestido que era un saco, que me quedaba fatal y estaba horrorosa", ha confesado Sara. Aquí la foto que tan poco le gusta a la periodista:

"Ella es como un libro abierto, súper natural. Cómo lo cuenta, la normalidad con la que lo hace y hasta donde ella quiere... Es algo que no viene en los libros, pero luego cuando profundizas, diría que el 90 por ciento de las mujeres se identifica contigo. He aprendido mucho", ha elogiado Sara a su querida invitada.

Está claro que entre mujeres nos entendemos que da gusto y estas conversaciones son más que necesarias, ¿no crees?