Saluda al brazo XXXXXL de Pablo Alborán

Si alguna vez te desmotivas a la hora de ir al gimnasio (y por alguna vez nos referimos a cada una de las veces que tienes que llenar la bolsa de deporte), recuerda sus beneficios para la salud y que, si te esfuerzas mucho, puedes acabar como Pablo Alborán, luciendo un brazo que desearía el mismísimo Hulk. Es más, si llaman a Pablo para unirse a los Vengadores hasta lo entenderíamos. O de Popeye, lo que mejor venga.

El cantante acaba de ofrecer su primer concierto en el Teatro Real de Madrid y, nervioso, aseguraba que era una noche única (para nosotros también, lo vivimos con unos cócteles de Ron Barceló, no puede haber mejor combinación).

Durante toda la emotiva actuación, Pablo no dejaba de recordar y mencionar a sus incondicionales, que lo han acompañado en los últimos ocho años y que, bueno, quizá sean conscientes del cambio del malagueño en los últimos tiempos.

Lo conocimos como un chico casi tímido, siempre acompañado de su pañuelo y lo que no sabíamos es que eso era una maniobra de distracción para que no nos fijásemos en su secreto... Que ahora, con mucho más deporte y camisetas ajustadas nos deja ojiplatiquísimos.