El padre de Meghan Markle demanda a su hija

Todo por Archie y Lilibet Diana.

Thomas Markle también tiene antojos como Meghan
Thomas Markle también tiene antojos como Meghan / Thorpe

El padre de Meghan Markle (39) vuelve a la carga tras pasar una temporada inusualmente tranquila pero justo cuando parecía que el matrimonio podía tener al fin la paz deseada al haber puesto punto final aparentemente a su batalla legal con los diarios británicos por publicar una carta privada que la antigua actriz le envió precisamente a su progenitor en 2018, éste saca de nuevo el hacha de guerra y amenaza con denunciarla.

En concreto, su plan es recurrir a la justicia en el estado de California, donde el Príncipe Harry (36) y Meghan residen actualmente con sus hijos Archie y Lilibet Diana, para que se le permita reunirse con los dos niños, a quienes aún no conoce. "Voy a presentar una solicitud en los tribunales de California para hacer valer mi derecho a ver a mis nietos en un futuro muy cercano", ha anunciado en declaraciones a Fox News desde su casa en Rosarito, México.

Thomas Markle se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para su hija y su yerno desde antes incluso de su paso por el altar en 2018. De hecho, él no estuvo presente en la boda y, aunque la versión oficial era que no podía viajar tras someterse a una intervención quirúrgica, nadie esperaba que acudiese después de que trascendiera que había pactado varios posados con los paparazzi.

A partir de aquel momento fue encadenando declaraciones a la prensa a cada cual más explosiva, y en enero de 2020 amenazó públicamente a su hija con seguir concediendo una entrevista al mes hasta que ella decidiera ponerse en contacto con él. Poco después, mencionó por primera vez en una de esas exclusivas la posibilidad de usar "todos los cursos de acción a su alcance" para ver a Archie, que por aquel entonces era el único hijo de los duques de Sussex.

Aunque después de la entrevista que ambos concedieron a Oprah hace unos meses Thomas pareciese arrepentido de sus actos, la buena fe solo le duró unas horas, ya que poco después volvió a asegurar que solo dejará de hablar cuando el matrimonio le haga caso, soltando por el camino algunas perlitas como esta: "Todos cometemos errores... Pero yo nunca he jugado desnudo al billar ni me he disfrazado de Hitler" (haciendo alusión a algunas de las polémicas de Harry en el pasado)."

Ahora Thomas se ha atrevido a hacer un llamamiento a la mismísima reina Isabel II para tratar de mediar en favor de sus nietos: "Archie y Lili son niños pequeños. No son políticos. No son peones, no son parte del juego. Y también son de la realeza y tienen los mismos derechos que cualquier otro miembro de la realeza".

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