Marta Peñate habla sobre su útero... Que ahora tiene dos cuellos

De un tiempo a esta parte las famosas han abierto su corazón y su mente para hablar sin ningún tipo de prejuicio sobre la maternidad y también sobre los problemas que se han encontrado o que han tenido para ser madres. Es el caso de Marta Peñate, participante de la segunda temporada de 'La isla de las tentaciones', que en alguna ocasión ha contado por qué no puede quedarse embarazada.

Fue en junio de 2021, tiempo después de que Lester, su expareja, hablase de ello en la televisión, cuando contó que no podía quedarse embarazada porque su útero no era "normal", sino que "tiene forma de corazón", a lo que se conoce como útero bicorne. Además, la concursante, que podría haber presentado medidas legales contra su ex por hablar de su vida privada tan alegremente, comentó que su útero estaba en retroversión. "Está al revés, el espermatozoide tiene que hacer un largo recorrido", aseguró.

"Yo podría tener hijos mediante inseminación artificial o fecundación 'in vitro", conseguiría quedarme embarazada", comenzó entonces, por lo que sugirió que este problema podría tener solución, a pesar de que estos procesos son largos y ni mucho menos aseguran que quienes se sometan a ellos puedan quedarse embarazadas. En cualquier caso, nos dejó mucho más tranquilas con respecto a este tema, aunque parece que vuelve a tener problemas con la maternidad.

Tras conocerse que había estado yendo y viniendo del hospital, la canaria ha contado en su canal de mtmad qué es lo que ha sucedido en este tiempo. "Con el tema del embarazo, he descubierto cosas que no sabía. Entre ellas, que tengo dos cuellos de útero. Me he enterado hace cinco meses. Mi ginecóloga decidió hacerme una citología en ese cuello del útero, ya que nunca me lo habían dicho", ha matizado.

Después de llevar a cabo esta exploración, ha resultado que "tenía las células anormales". "Me decidieron hacer una biopsia y me descubrieron que era el virus del papiloma humano en un alto grado. Esto puede ser a la larga un cáncer de cuello de útero", ha confesado. La cosa, desde luego, se estaba poniendo muy fea, por lo que tuvo que someterse a una cirugía.

"Me tuvieron que poner la epidural y la verdad es que yo no sentí ningún tipo de dolor. Cuando me desperté tenía las piernas dormidas, pero nada. No noté absolutamente nada. La recuperación la he llevado muy bien", ha añadido, asegurando que en este tiempo ha podido llevar a cabo una vida de lo más normal. Lo malo es que días después tuvo un sangrado más abundante de lo habitual (es decir, metrorragia) a causa de la operación, lo que le dejó en shock.