A Macaulay Culkin lo que le gusta es quedarse 'solo en casa' en Navidad

La alargada sombra de sus éxitos juveniles aún persigue a Macaulay Culkin, sin importar el tiempo que haya transcurrido desde que protagonizara 'Solo en casa' y su exitosa secuela. El hecho de que esas pelis se retransmitan religiosamente por televisión en Navidad contribuye a que el actor no logre escapar de su antigua popularidad, hasta el punto de que en esos días opta por no dejarse ver demasiado en público.

"Navidad es una época peligrosa. Hay mucha gente que quiere sentarse a ver las películas conmigo, lo cual resulta halagador y algo espeluznante al mismo tiempo. El problema es que cuando yo las veo, recuerdo el día en que grabamos cada escena y cómo había escondido mi refresco detrás del sofá, por ejemplo. Para mí no supone la misma experiencia que para otras personas", ha explicado el actor a su paso por el programa 'The Ellen DeGeneres Show'.

"No salgo de casa en Navidad o Acción de Gracias; esa es mi temporada. La temporada Macaulay. En esos momentos del año intento salir cada vez menos". Independientemente de qué fecha sea, cada vez que le reconocen por la calle a Macaulay siguen pidiéndole que imite la pose con la que aparecía en el cartel de las películas para los selfies que le piden los fans, aunque él trata de negarse con la mayor educación posible: "Suelo decirles: No, lo siento, ya lo he hecho antes. Ahora tengo 37 años, ¿entendido?"

Entre 1988 y 1994, Macaulay fue una de las estrellas más famosas y prolíficas de la industria, protagonizando un total de 14 películas, pero eventualmente optó por retirarse de la escena pública para vivir como un niño normal, una decisión de la que nunca se ha arrepentido.

"Estaba cansado de todo. Hice catorce películas en seis años. Era demasiado. Pasaba mucho tiempo lejos de mi hogar, y del colegio. Necesitaba crecer y desarrollarme como persona. En realidad, tenía ganas de ir al cole. Ya había cumplido 'el sueño' y resultó maravilloso pasar tiempo rodeado de gente de mi edad por una vez. Tomarme ese descanso de ocho años fue lo mejor que podría haber hecho”, se ha justificado.