Lady Gaga no quiere que le llamen copiota

Si hace falta, remueve cielo y tierra... Y hace como que conoce a JLo.

Lady Gaga en el desfile de Tommy Hilfiger

Lady Gaga en el desfile de Tommy Hilfiger

/ GETTY

La cantante Rebecca Francescatti demandó a Lady Gaga (31) en 2011 por un supuesto plagio. Según Rebecca F., la canción 'Judas' (2011) de Gaga se basaba en su tema 'Juda' (1999), que había enviado al productor de Gaga, casualmente.

Lo mejor viene ahora, y es que, gracias a Daily Mail, hemos conocido unos textos, que sirvieron como prueba para que Rebecca Francescatti argumentara que Lady Gaga era alguien capaz de copiar a otro artista. ¿De qué tratan estos papeles?

Carne fresca de la que nos gusta.
Carne fresca de la que nos gusta.

No se trata de 'las papelas del camión', ni de los de Bárcenas, pero también los rodea un halo de misterio y corrupción...

Resulta que consisten en la prueba fehaciente de que Gaga exigió aparecer en los créditos de 'Invading my mind' (2011) de Jennifer Lopez (48), y es que la artista estaba bastante preocupada porque 'Judas' también sonaba bastante parecido a lo nuevo de JLo, y Gaga no estaba dispuesta a que la volvieran a acusar de plagio.

"Quizá si me concedieras los créditos en ambas canciones, evitaría la comparación. Estoy muy preocupada de que me acusen de no ser original", dice Gaga a su productor (RedOne), que en aquel momento también estaba trabajando con Jennifer Lopez. Lo mejor de todo es que RedOne accedió sin poner ningún pero.

La verdad es que -tal y como dice Daily Mail- los documentos susodichos muestran que Lady Gaga admitió que nunca había hablado con Jennifer Lopez, y que RedOne testificó que Gaga no había hecho nada en la canción, aunque ella se amparaba en haber "inspirado" el tema de JLo.

La propia Jennifer dijo que creía que algo había tenido que ver.

"A saber qué, le faltó añadir."
"A saber qué, le faltó añadir."

No obstante, y a pesar de todo, el juez acabó dando la razón a la cantante de 'Poker Face', ya que el parecido con la canción de Rebecca no era tan razonable "como para infringir los derechos de autor".

Esta acabó apelando, y finalmente la cosa se resolvió fuera de los juzgados. Pero la verdad es que ahora entendemos la indignación de Rebecca, que se mostró desolada al ver cómo "la ley necesita cambiar, ya que no tiene en cuenta cómo la tecnología digital puede cambiar una pista con el clic de un botón".

Ahora conocemos un poquito más de la verdad, pero... ¿Quedará todo así?

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