Kendall Jenner, un angelito con morritos sospechosos

Hay muchas cosas que tienen en común las hermanas Kardashian. Sin duda, uno de los rasgos más característicos son los morretes. Todas ellas tienen unos labios regordetes en los que hay que gastar por lo menos medio pintalabios para maquillarlos enteros. Naturales o retocaditos, pero así son.

Ya no nos sorprende que cada vez se parezcan más entre ellas, hasta el punto de que algún día las acabemos confundiendo o que podamos identificarlas por medio de sus hijos. La última hermana en lucir un sospechoso retoque de morris ha sido la modelo mejor pagada del mundo, Kendall Jenner (22).

Quién iba a imaginárselo ¿eh? Con lo estupendísima que es, el cuerpazo que gasta y esa carita de no haber roto ni un plato en la vida (aunque ya la hemos visto con la cara diferente en alguna ocasión). Las alarmas han saltado gracias a un vídeo que ella misma ha compartido por Snapchat en el que aparece disfrutando de una buena fiesta de Navidad en la mejor de las compañías. Su familia.

En el vídeo aparece junto a su hermana Khloé, más pletórica que de costumbre tras haber gritado a los cuatro vientos que está esperando a su primer hijo. No sabemos si es el filtro que están utilizando para hacer el vídeo o hay visita previa al quirófano en el asunto. Pero algo no encaja en los morritos de Kendall.

¿No notas algo raruno por ahí? Aunque lo mismo si unimos el follón de luces, el filtro y el pintalabios (monísimo por cierto) hace un efecto diferente y nos ha dejado loquísimas. Sea como fuere, a esta chica le queda bien absolutamente todo. Y si se ha tocado los morris... cada uno es dueño de su cuerpo y si eso le hace sentir mejor... ¡Fenomenal!

Vaya fiesta más apañada se han pegado por esos lares ¿no? Ya podrían habernos invitado a un bailecito aunque sea...