Lo que faltaba: mal rollito entre los Beckham, Harry y Meghan Markle

Aún no hemos digerido que el Príncipe Harry (35) y Meghan Markle (38) decidieran dar un paso adelante para alejarse de la familia real británica cuando nos enteramos de que estos también han tenido sus rocecillos con una de las familias más famosas del país, los Beckham. ¡Qué disgusto!

Al parecer, Harry y David Beckham (44) eran muy amigos y cuando el príncipe empezó su historia de amor con Meghan, él y su mujer Victoria Beckham (45) fueron de los primeros en saberlo, algo que les jugó una mala pasada. Los rumores de que el nieto de la reina Isabel II estaba saliendo con una actriz estadounidense no paraban de sonar y la pareja sospechaba que había sido la ex 'spice girl' quien habría filtrado estas informaciones a la prensa.

Según 'The Sun', con la intención de proteger a la que por aquel entonces era su novia, Harry habló con David para comentarle las sospechas que tenía de que su mujer se podría estar chivando de lo que este hacía en su intimidad. Una acusación que obviamente no sentó nada bien al exjugador de fútbol y que terminó por enfriar su relación por completo. Todo esto ocurrió allá por diciembre de 2017, cuando cada vez eran más frecuentes las noticias que relacionaban a Harry y Meghan.

“Inexplicablemente, temía que Victoria estuviera detrás de esto, es decir, la idea de que Victoria Beckham llamara personalmente a los periodistas para darles una primicia es ridícula, y habló con Harry al respecto. Harry es muy protector con Meghan, y decidió tratar el asunto de frente, contactando directamente a su buen amigo, David. Harry fue muy educado, pero obviamente fue un intercambio bastante incómodo y David estaba muy molesto", explican en 'The Sun'.

A pesar de sus enfrentamientos, Victoria y David Beckham acudieron a la boda real pocos meses después, en mayo de 2018, pero sí que se notó su ausencia en la noche posterior a la ceremonia. Uy, mal rollito. Sin embargo, según la fuente del periódico británico, las parejas ya habrían arreglado sus problemillas. ¡Menos mal!