Dramas de madre: Kim Kardashian quiere a los niños lejos del salón

Kim Kardashian (37) ya se ha expresado en varias ocasiones sobre lo revoltosos que pueden llegar a ser sus hijos North (4) y Saint (2) (la pequeña Chicago todavía no ha crecido lo suficiente como para hacer travesuras) cuando les da por hacer trastadas todo el rato y sacarla de quicio.

Por eso no debería resultar del todo sorprendente que la mujer de Kanye West (40) haya decidido ahora tomar medidas drásticas para evitar que sus niños le arruinen el nuevo mobiliario con el que ha decorado buena parte de su casa y se la destrocen entera, algo que sería muy fácil para los nenes teniendo en cuenta que la mayoría de los muebles son de un color blanco inmaculado. Es que a quién se le ocurre, Kim.

"Nuestra casa es de un estilo minimalista y moderno, lleno de muebles blancos, así que ya no les dejamos jugar en el salón ni en ninguna otra parte de la casa que no sea su habitación de juegos. Ahí están todos los rotuladores y las pinturas y es donde pueden comportarse de la forma más salvaje que quieran. Tan pronto como han terminado, ya no tienen deseo alguno de ensuciar el resto de la casa", ha revelado Kim en su blog personal.

La propia Kim Kardashian se encargaba personalmente de desmontar lo de que su vida en casa era de lo más sencilla subiendo una foto en familia que le costó Dios, ayuda y chuches hacer: "Nunca entenderéis cuántos sobornos con piruletas me costó esta fotografía, pero mereció la pena. Feliz Día de la Madre a todas las madres que hay ahí afuera. Soy la madre más afortunada del mundo por tener a estos tres pequeños en mi vida", explicaba emocionada.

Vamos, que Kim tiene los mismos dramas que todas las madres.