El anillo de boda de la reina de Inglaterra guarda más secretos que el de Frodo

Que en la familia real británica hay más secretos que en Hogwarts no es nada nuevo, ya que la biografía no autorizada de los duques de Sussex, 'Finding Freedom', ya nos ha desvelado muchos de ellos, como el del collar de Meghan que puso en jaque a toda la monarquía británica. Sin embargo, los secretos de la reina son más difíciles de descubrir y suele haber menos filtraciones a su alrededor.

Ahora un nuevo libro sobre la realeza de Gran Bretaña, concretamente sobre el príncipe Philip, ha sido publicado y algunos de los secretos de Isabel II han visto la luz, como uno que gira en torno a su anillo de boda. El libro, que se llama 'El Príncipe Philip: un retrato del Duque de Edimburgo', cuenta la historia del origen de sus alianzas.

Al parecer, el príncipe no se tuvo que gastar ni un céntimo en el anillo de boda de su futura mujer, ya que el pueblo de Gales suministró una pepita de oro a la monarquía que se fundió para elaborar el anillo de la reina. Además, según publica 'Just Jared', ella nunca se quita el anillo porque dentro hay una inscripción secreta que solo conocen tres personas en el mundo: el hombre que grabó el anillo, la reina y su marido.

Nosotras no tenemos ni idea de qué frase esconderá ese anillo ni el motivo de tanto secretismo, pero de lo que estamos seguras es de que no será simplemente la fecha como lleva todo el mundo.

Misterios aparte, hay otro motivo que le debe preocupar más a Isabel II que el que se sepa qué hay grabado en su anillo de boda, ya que todo apunta a que este año va a tener que pasar las navidades alejada de su nieto Harry y su bisnieto Archie ya que Meghan Markle ya ha expresado su intención de quedarse en Los Angeles durante las fiestas.