Amy Winehouse no pondrá las cosas fáciles a su todavía marido

Amy Winehouse sigue relajándose en las cálidas aguas de Santa Lucía, en el Caribe. No obstante, desde allí no es ajena a los trámites de su marido, Blake Fielder-Civil, que ya ha iniciado la demanda de divorcio contra ella alegando infidelidad.

La polémica cantante, que hace unos días se mostró en actitud muy cariñosa con el actor Josh Browman y da síntomas de haber recuperado algo de peso últimamente, ahora dice que «Blake es la versión masculina» de ella misma y que son «perfectos el uno para el otro», al tiempo que asegura que entre el actor y ella no hay nada pese a que «él es encantador». Aún así, aclara que a pesar de mantener una relación con Blake ella no va a dejar de tener «alguna aventura».

Amy no está por la labor de ponerle las cosas fáciles al productor, que cumple condena en la cárcel después de haber incumplido los términos de su libertad condicional, y parece que quiere quedarse en Santa Lucía para esperar a su marido. ¿Solucionaría una sustanciosa suma de dinero sus diferencias?