Ana Solma, criticadísima por bromear sobre el bullying a su bebé

¿Dónde está el límite en redes sociales? Eso es lo que nos preguntamos muchas veces cuando vemos a algunos influs y personajes públicos subir algunos contenidos. La última en estar en el foco de las críticas ha sido Ana Solma, que una vez más ha mostrado a su bebé, esta vez para hacer la gracia y le ha salido regular. ¿Crees que se debe bromear con algo tan serio como el bullying?

El vídeo de Ana Solma y su bebé

Un vídeo más subido a TikTok donde aparece la influ junto a Luca, el hijo que tiene con Borja. Ya sabemos que ellos decidieron mostrar la cara de su bebé pero algunos de sus seguidores no ven con buenos ojos que hagan este tipo de bromas.

"Cuando recuerdo que le harán bullying en el cole porque su madre está buenísima", ha escrito en el trend Ana Solma. "La realidad es que el guapo es él". Uf. Ta' fuerte el asunto, eh...

En redes no han pasado esto por alto y lo han calificado como barbaridad.

Esto es lo que opina Brioche, seguidor incondicional de 'la isla': "Como siempre digo a los que sois padres primerizos: cuando tengáis dudas de si lo estáis haciendo bien, si “valéis”, si estáis dando la talla… Meteos a ver a los de la isla de las tentaciones.".

Y es que las respuestas a este vídeo han llamado la atención precisamente por normalizarlo, de hecho, esta ha sido la respuesta del padre de la criatura:

"La ley para evitar la sobreexposición de menores está tardando mucho en plantearse", dice una tuitera.

¿Existen legislaciones para regular la aparición de estos menores en redes sociales? 

"Los riesgos de esta actividad tan pública a edades tan tempranas pueden suponer numerosos peligros, no solo por la dinámica de las propias redes, sino por la gestión de esa identidad digital pública. Los expertos coinciden en la pérdida de la noción de privacidad, confusión de identidad por no poder distinguir la vida personal de la imagen proyectada digitalmente, obsesión patológica por ser aceptados por los demás hasta el punto de dejar de ser ellos mismos, despersonalización, dificultades en la gestión de la popularidad, desarrollo de rasgos de personalidad narcisista, pérdida de autoestima a causa de la dictadura del like ('si no consigo más likes que ayer, no tengo valor') y duelo patológico por la pérdida de popularidad o nivel de ingresos, porque resulta imposible ser un eterno influencer", apunta Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

¿Tú crees que es para tanto?