Más sucias y más feas… ¡pero felices! (Entrevistamos a Anna Pacheco)

Después de devorar su primera novela, ‘Listas, guapas, limpias’, teníamos que hablar con ella.

Mujer con el puño en alto

Mujer con el puño en alto.

/ Mario Guti

La periodista catalana Anna Pacheco se adentra en la ficción con su primera novela 'Listas, guapas, limpias', publicada por Caballo de Troya. El libro (que nos hemos leído en un suspiro porque es imposible parar) narra la historia de una mujer en permanente conflicto con sus ideas políticas, la construcción social de su género y de su clase. En 'Listas, guapas, limpias' no faltan, además, las referencias a la cultura pop de los 90 y los 2000, la exploración de la sexualidad femeni­na y una constante cascada de ideas cargadas de humor negro. Puedes comprarlo aquí.

Libro 'Listas, guapas, limpias'

'Listas, guapas, limpias' está publicado por Caballo de Troya.

/ D.R.

- En tu libro se narra la transición a la vida adulta. ¿No te ha dado pena separar a Yaiza y a la protagonista? Las dos van a ir por caminos que seguramente no vuelvan a cruzarse.

Hay lectores que me han dicho que no se separan, que lograrán consolidar la amistad pese a los caminos distintos que las dos están empezando a tomar… La verdad es que, por mi parte, existía una voluntad de dejar la historia ahí. Después de ese verano, tengo la impresión de que aún puede pasar de todo entre ellas. Obviamente que se distancien del todo es una opción, y para mí sería un fracaso.

- ¿Se avergüenza tu protagonista de ser de un barrio humilde?, ¿qué valor le da al género y a la clase social?

Sí, aunque no es capaz de analizar todo lo que le pasa. Ella experimenta la incomodidad, el complejo o la vergüenza desde un estado que es nuevo para ella. Está en ese proceso de comprender y repensar quién es, cuáles son sus orígenes, la clase social de su familia o el lugar en el que ocupa ella en el mundo como mujer. Son preguntas que no se había hecho antes. Por eso todo es tan incómodo. Todo lo que ella tiene son intuiciones.

- Feminismo, clases sociales, aspiración generacional… ¿qué van a encontrar los lectores en tu primera novela?

Todo eso que comentas, aunque sobre todo es una historia del verano que viven dos amigas de la infancia. El discurso que se pueda extraer cada uno de ahí no depende tanto de mí. En mi cabeza estaba contar esa historia y naturalmente han ido apareciendo todos los temas que mencionas porque son los que más me interesan.

- Ahora ya no vale esto de ‘Listas, guapas, limpias’. Esa milonga que contaron muchos padres a sus hijos no se sostiene más. ¿Cuál es, para ti, la clave para tener un futuro asegurado?

Yo ahora diría: inteligencia (pero de la buena: inteligencias varias y periféricas). Y también: mejor más sucias y más feas.

- Hemos leído por ahí que el único personaje que tiene similitudes con alguien real es el de la abuela. ¿Nadie de tu entorno se ha sentido, aparte de la abuela, retratado en las páginas?

Directamente, no. O no me lo han dicho (risas). Lo que sí que me ha repetido la gente cercana es que solo podían imaginarme a mí como protagonista mientras me leían.

- Pau habla en un momento dado de la precariedad en el periodismo. "Los periodistas están condenados a reinventarse". Es muy pesimista con el papel. ¿Cómo ves tú el sector?

Pienso que esa conversación que tienen se enmarca, sobre todo, en el contexto del libro, que es en el 2008. Recuerdo estar estudiando la carrera de periodismo y escuchar ese debate cientos de veces. Ahora, en perspectiva, se ha visto que no tenía tanto sentido. La crisis del papel no ha acabado con el periodismo. Yo misma he acabado trabajando en medios digitales que ni siquiera teníamos presente (y alguno ni siquiera existía) cuando estábamos estudiando la carrera. Creo que la información no va a morir, solo cambian los canales. Aún sí, el sector está en crisis, pero como muchos otros. Nuestros trabajos se han precarizado una barbaridad y como salía recientemente en un informe de la CNT (“Periodismo en la UVI”) las tarifas por colaboraciones oscilan entre los 20 o los 120 o 150 euros, en el mejor de los casos. A mí me gustaría seguir haciendo reportajes pero ahora mismo no puedo permitírmelo.

- Imagino que no ponerle un nombre propio a la protagonista es algo deliberado… ¿O es que eres tan procrastinadora como ella y al final lo dejaste así?

¡Fue voluntario! Aunque admito que el borrador se cambió varias veces y que la protagonista tuvo muchos nombres. De hecho, ahora le pondría nombre.

- En tus páginas mencionas a Cuore, ¿también hemos formado parte de tu juventud?

¡Claro! ¿Y de quién no? Recuerdo con afecto pasar tardes con mi hermana o con mis amigas leyéndoos. O esperar con ansias un póster tamaño XXL de los Backstreet Boys de la SuperPop. También mensajearnos con otros niños de España con la sección de cartas de "Mi pequeño país". Los consultorios amorosos, sentir que todo te interpelaba, comentar los cotilleos con la abuela. Pero, por favor, cuánto daño nos habéis hecho con los "Aargs". ¡Libertad culos celulíticos y tetas caídas!

La periodista Anna Pacheco

La periodista Anna Pacheco se adentra en la ficción con 'Listas, guapas, limpias'.

/ Sofia Suarez

Muchas gracias por haber charlado con nosotros ,Anna. Y ya aprovechamos que el Pisuerga pasa por Valladolid para decirte que puedes estar tranquila porque los AARGS se han ido de nuestras vidas para no volver. Cuore pretende ser un reflejo de la sociedad actual y, por tanto, hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Ya no vale criticar por criticar y ahora predicamos a los cuatro vientos: Más amor, por favor.

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