La realidad es neutra 

Osiris Martínez en un hotel de Bali
Osiris Martínez en un hotel de Bali / Osiris Martínez

Esta semana, quiero compartiros un lema de vida que ha cambiado muchas cosas en la mía desde que lo adopté: la realidad es neutra. La realidad es neutra, y solo tú eres dueño de tus sentimientos, emociones y sufrimiento frente a ella. Nada ni nadie puede hacerte sufrir (o gozar) sin tu consentimiento.

Os ilustraré esta idea con un par de ejemplos muy recientes.

El primero me ocurrió a mí hace unas semanas, en el momento menos esperado. Decidí regalarme un fin de semana de desconexión en la costa más lujosa de Bali: Nusa Dua. Mi plan consistía en quedarme dos noches en el maravilloso hotel Novotel Bali Benoa, con sus buffets de desayuno, sus vistas al mar y sus instalaciones hechas para disfrutar.

Plato con gambas y lechuga
Plato con gambas y lechuga / Osiris Martínez

Todo invitaba a unos días de felicidad… Pero la cosa no fue así. No lo fue porque yo no estaba del todo bien (lo entendí después). Mi interior estaba lleno de problemas sin resolver, y ese lugar maravilloso se convirtió de repente en un sitio del que me quería ir, y en el que no estaba bien. ¿Era el hotel culpable de mi estado de ánimo? ¿Cómo podían, de repente, haberse transformado sus instalaciones llenas de luz en un lugar tan desagradable? Obviamente, nada de eso había ocurrido: mi prisma era el que no estaba enfocando las cosas a mi favor. Todo podría haber sido diferente si YO lo hubiese decidido. No tengo duda de ello.

Osiris en la bañera de un hotel de Bali
Osiris en la bañera de un hotel de Bali / Osiris Martínez

Tomemos otro ejemplo que nada tiene que ver conmigo y que seguramente muchos de vosotros estéis siguiendo en España: 'Gran Hermano Vip' (sí, sí).

Hace unas semanas, una de las concursantes, Alba Carrillo vivía un auténtico infierno en la casa, deseando salir de ahí como fuera y pidiéndole a la audiencia que la echaran. Tras ser salvada (y recibir un rapapolvos de la parte del presentador del programa entre otras cosas), todo cambió para ella. La casa se iluminó, sus ganas de quedarse aumentaron de repente y su desesperación dejó lugar a muchos ánimos y actitudes buenas. ¡Y nada había cambiado en la casa ni en la actitud de sus compañeros o de la producción hacia ella! Su manera de aceptar la realidad lo hizo, y así se modificaron sus sentimientos. Por eso insisto en que hay recordar (y aplicar) esto siempre: la realidad es neutra.

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