A María Castro se lo piden en medio de un plató

Conociendo el percal, cuando vas a 'El Hormiguero' te atienes a que te puede pasar cualquier cosa...

Pero lo que menos se esperaba María Castro es que acabaría siendo su despedida de soltera.

No hubo un 'boy' saliendo de la tarta, pero mira quién la sorprendió saliendo de una estatua, como si del mismo caballo de Troya se tratase:

¡José Manuel Villalba, su novio y el padre de su hija Maia!

Loca se quedó la actriz de 35 años, y lo primero que le preguntó fue que dónde se había dejado a la niña. Por suerte (para todos) están las abuelas...

Total, que a lo que venía el churri de María Castro era a pedirle matrimonio, delante de tooooodo el mundo que estuviera pegado al televisor a las 10 y cuarto de la noche:

"Estoy aquí para decirte que eres una mujer extraordinaria, eres una compañera maravillosa, una madre maravillosa y lo estás haciendo de 10, y yo me siento muy afortunado de estar a tu lado" (como la canción de OT1), comenzó el donjuán.

"Me gustaría que dentro de muchos años, cuando seamos viejecitos, nos sentemos en un banco, nos miremos y nos digamos: 'ha merecido mucho la pena, esto es la vida'" prosiguió, para luego, sin más dilación: "Por eso y por un millón de cosas más quiero preguntarte [sacando una cajita y clavando la rodilla en tierra] ¿quieres casarte conmigo?".

"¡Claro!", gritó sin pensárselo María Castro.

Y al ver que el anillo le estaba bueno: "¡Me sirve, me puedo casar!" volvió a gritar (agradecida y) emocionada, y evidentemente, hubo morreo:

Luego, y durante un test de compatibilidad que le hicieron (concidieron en un "fruto seco con cáscara", diciendo la nuez, aunque discreparon en la película romántica: 'Titanic' vs. 'El diario de Noa'), José Manuel Villalba le explicó sus planes de boda (que alegría que te lo den todo hecho), que se prolongarían durante un fin de semana.

El viernes: reforestar Bayona, para lo que el recién prometido se comprometió (valga la redundancia) a "invitar a vino, cerveza y empanada -ojalá lleve mucho atún- a 200 personas", el plan del sábado sería la boda al mediodía y "aguantar hasta la noche", y el domingo ya, algo más íntimo -de todo quiere el cuerpo un poquito-.

"Mira qué tesoro me ha tocado" le dijo María a Pablo Motos, al ver que su churri lo tenía todo pensado.

Por los aires acabó María Castro (no la mantearon, pero casi), cuando su futuro marido le hizo un auténtico 'porté', que ella misma ha querido inmortalizar en sus redes, donde todavía en shock ha escrito: "Sííí!!!! Ha pasado!!! Estoy prometida!!!! Y no se me ocurre una forma más bonita de haberlo vivido!!!!", pues la actriz tiene claro que tuvo "la pedida más bonita que jamás podría imaginar".

Ahora viene lo mejor: fecha, lugar y... ¡Vestido!