Lady Gaga en la Gala Met: 'Mother of Monster y del Amor Hermoso'

Señoras, señoros, Lady Gaga (33) ha vuelto a ser la que era: aquella mujer de gusto regular que sabía cómo llamar la atención en una alfombra roja... Y suponemos que eso es, precisamente, lo que le pidieron cuando la invitaron a la Gala Met 2019, donde ha aprovechado para dejarnos claro que ella es una maestra de la evolución estilística luciendo cuatro vestidos a la vez firmados por Brandon Maxwell.

¿Cómo que a la vez?

Pues muy sencillo: la 'Mother of Monsters' (esta vez un poco literalmente) llegaba con un grandísimo vestido que requería de un séquito llevando su cola para que no se manchase ni arrugase: detrás, además, un carrito portando sus enseres más preciados y necesarios para pasar la noche... Por ejemplo, un teléfono móvil tamaño Zack Morris de juguete, que viene muy bien para recordarnos cuando hizo 'Telephone' con Beyoncé (que por cierto este año no ha ido y así seguimos sin ver escenitas violentas de ascensor entre su marido, Jay Z, y su hermana, Solange Knowles).

Cuando ya todo el mundo pensaba que Gaga había terminado y que ya bastaba con este 'look' que nos recordaba a sus tiempos de carne fresca, volvía a posar para los fotógrafos... ¡Con tres cambios de vestuario nuevos! Y todo, además, tal y como había anunciado, sin depilar, que no sabemos si es una reivindicación u otro complemento del día, porque solo ha aguantado unos días sin cuchilla.

Y ahí sí, nos dejaba locos, porque lo que venía a demostrar es que ella podía ser la hortera que nos robó el corazón, la mujer elegante de los últimos tiempos (incluida la que nos volvió a tocar la patata, esta vez cantando junto a Bradley Cooper en los Oscar) y de nuevo volviendo a cambiar porque ella si es algo, es una artista de la pista y del guardarropa.

A continuación, el despliegue de Gaga en la Gala Met, que es una de las evoluciones más rápidas que se han hecho sobre una alfombra roja, perdón, rosa.