'La isla de las tentaciones 3': el perro de Lola y Diego, el prota de la hoguera final
Un final muy tenso que acabó... Con una de cal y otra de arena.
Ha llegado el temido o esperado momento para los participantes de 'La isla de las tentaciones 3': llegó la noche de hogueras finales y podemos confirmar y confirmamos que la cosa estaba más calentita que Rosito en la hoguera. Para algunas parejas, la tensión del ambiente se podía cortar con cuchillo jamonero, ¿verdad Lola y Diego? La pareja se volvía a ver las caras tras su hoguera de confrontación... Pero para mal.
Diego entró con el morro torcido (y en parte se puede entender) y no quiso ni saludar a Lola, que estaba ya soltando lagrimones a chorro. Lo cierto es que de esta hoguera tampoco esperábamos gran cosa, ya que estaba todo el pescao vendido: Lola se había acostado con Carlos Algora (el innombrable por su detención por presunto abuso sexual) y Diego, ante esto, había seguido lo suyo con Carla Divinity.
Y aunque pensábamos que aún había alguna posibilidad de reconciliación... Naranjas de la China. Lola ya no se calló nada y aseguró que estaba haciendo lo que una chica de 24 años haría, a lo que Diego respondió con una de sus frases que ha quedado ya para el recuerdo y los memes:
Y es que en este punto, ya no había nada que salvara esto. Solo faltaban ahí los músicos del Titanic, de verdad...
"Si no hubiera venido aquí, me habría plantado con un hijo que me habría hecho muy feliz pero me faltarían más cosas" , confesaba Lola a Diego mientras él ponía cara de estar pensando en irse a casa a ver Vikingos, la p*** mejor serie.
Al menos no todo fue malo y la hoguera terminó con abrazo y una petición que tenemos que decir que nos gustó: Lola podrá seguir viendo a Horus, el perrete de Diego. Ya no habrá que llamar a la patrulla canina.
"Si no la ve sé que mi perro lo va a pasar mal y, quizá, que la siga viendo es lo mejor para él". ¡Bravo!
Gracias James Lover y Marta de Lola por tanto.
Y a la espera de ver el reencuentro meses después, ambos han querido contar en sus redes que están divinamente, aunque unos mejor que otros, ¿verdad, Lola?