Échale la culpa del cambio de hora a... Chris Martin

Los bostezos y todo eso, culpa suya.

Chris Martin pega un salto durante su actuación en el descanso de la Super Bowl.

El cambio de hora es algo por lo que hay que pasar. Dos veces al año, como manda la tradición. Y entonces llegan los bostezos, las quejas, las listas que explican por qué o por qué no son necesarios... Y ahora, la historia detrás de esta práctica común. La culpa de todo eso la tiene Chris Martin.

A ver: eso, resumiendo.

Pero podemos ahondar un poco más para descubrir que, bueno, tiene la culpa como heredero, pero no directamente (no es que él sea de ideas muy locas, como su ex, Gwyneth Paltrow... Ya sabes, la que ahora no va a comer pulpos porque son muy listos).

Resulta que el cambio de hora fue promovido por William Willet, tatarabuelo del cantante, allá por 1907. El buen hombre no llegó a ver hecho su sueño realidad, después de intentar convencer a la gente de que se levantase una hora antes en primavera para aprovechar la luz de la mañana. El cambio llegó en 1916, a mitad de la I Guerra Mundial, como medida para ayudar a las tropas y ahorrar combustible.

El tiempo quiso que el mundo occidental imitase la idea y llegase hasta nuestras vidas. Ahora, quizá... Quizá sea el momento de pasar del tatarabuelo de Chirs Martin (aunque no de él, que nos gusta mucho Coldplay) y dejar de hacer estos cambios que tanto nos descontrolan.