Videocitas y en inglés: la nueva tortura online para solteros damnificados por el Covid-19

Qué suplicio.

Carmen Raya con bocadillo Cuore Coronavirus
Carmen Raya con bocadillo Cuore Coronavirus / INSTAGRAM

Siempre os he contado que el inglés no es mi fuerte. A pesar de que llevo instalada en Los Ángeles algo más de un año, mi dominio de la lengua de Shakespeare no parece evolucionar. Sin embargo, todos tranquilos porque, aún así, sé que saldré en los libros de Historia por ser la primera humana que no solo NO aprende otro idioma sino que desaprende su lengua materna, ATIENDE.

Sí, porque si mi inglés avanza poco, mi español recula más que mis pretendientes vía dating apps (aplicaciones de ligoteo, bilingüismo). Porque sí, amigos, si en algo soy peor todavía que en el inglés es en.... [música de intriga]: ¡las videocitas en el marco de la coronavida! (the videodates in the frame of the coronalife, bilingüismo).

Ya sé, Samantha, ya sé... y aún no has leído nada. Resulta que con esta movida de la 'coronavida' (ojo cuidado con este pareado), ahora las aplicaciones de ligoteo nos instan a los solteros a tener vídeollamadasno vaya a ser que después de haber pasado la cuarentena más solos que la una (more alone than the one, bilingüismo) nos dé por buscar un poco de roce y cariño (aunque este sea 'extremely dangerous') En fin...

Total, que tras haber sido dejada nada más dar por terminada la cuarentena (al chico con el que estaba le gusté tanto que decidió que haber pasado un mes y medio alejado de mí no era suficiente y decidió ponerme en cuarentena pa'siempre), me puse las pilas (put myself the batteries) y me dije "calienta, María del Carmen, que sales a pista".

Pausa nostálgica:

Le dedico a mi hermana todos y cada uno de los GIF's de tenis que aparecen en este artículo porque ella y yo pudimos haber sido las Williams manchegas (nuestros profesores de tenis lo saben), pero preferimos estudiar. Craso error para mí que me licencié en Periodismo; punto, set y partido para ella que es ingeniera aeronáutica.]

El caso (the case), que en una de estas, Todd, un muchacho bastante majete (pretty majete, Google Translate no ha dado con traducción para majete, sorry) con el que llevaba un par de días de mensajes vía Hinge (la aplicación de ligoteo), me dijo que si quería que tuviésemos una 'videodate'. Y esta fui yo cuando leí su mensaje.

Porque oye, no os mentiré: tontear en inglés me cuesta lo mío (el sexting ya ni os cuento). Entre pensar lo que quiero decir en español, pasarlo por Google Translate, darme cuenta de que no tiene sentido, buscarlo en Google normal, terminar pasando por Forocoches, hacer una parada técnica por Zara online a ver si Amancio ha renovado colección y contestar sin que hayan pasado más de tres minutos entre su mensaje y el mío es todo un logro. Y bueno, a veces no lo consigo, pero siempre me quedo fuera por poco.

Pero claro, todo mi excitement (excitamiento, bilingüismo a la inversa) se vino abajo cuando me di cuenta de que tenía que prepararme para hablar en inglés por videollamada con una persona a la que no conozco. Porque no solo te enfrentas al momento de qué hablar y de que es una situación más incómoda que la que se establece entre el comercial de Vodafone y tú a la quinta vez que te llama un sábado a las 4 de la tarde. Hora que, por cierto, fue la elegida por Todd para nuestra llamada (del ahorro, si no lo digo, reviento).

También te enfrentas al QUÉ me pongo y al DÓNDE me pongo. En mi caso, me puse unos shorts vaqueros [¿Hola? ¿Me iba a ver las piernas? NO. Gran elección, Carmen] y un top negro. Elegante, pero cookie (galleta). En cuanto al where (dónde), decidí que en mi habitación (comparto piso, no quedaba otra), sentada en la silla de escritorio de Ikea que tiene todo autónomo pobre que se precie (la negra que parece de oficina pero que es tan o más cómoda como sentarte en el borde de una valla de espinas).

Vaya (que no valla, ahora también doy clases de gramática, ojito), que parecía más bien que Todd iba a conectar con su abogada que con una cita, pero que all good (todo bien).

Domingo 14 de junio. 15:59 de la tarde. Carmen Raya entra en Hinge.

16:00 horas. Todd, puntual como pocos, me 'videollama'. Yo acepto la llamada entrante y comienza el partido. Enseguida compruebo que mi contrincante debe ser de la ATP (Asociación de Telellamadores Profesionales, que curiosamente coincide con las siglas de Asociación de Tenistas Profesionales, guiño, guiño) porque está relajado sentado en su sofá con ropa casual y pelo desaliñado.

Yo, que en momentos tensos me convierto en Chandler (el de Friends) no tengo otra cosa mejor que decirle que nunca hubiese dicho que un tío iba a entrar en mi habitación nada más conocerlo.... Y conforme lo digo, y mi cerebro se da cuenta de lo que he dicho, esta soy yo.

Pero 'surprises gives you the coronalife' (sorpresas te da la coronavida) que Todd se ríe y le parece gracioso el comentario cuando yo estaba a punto de pedir el ojo de halcón para saber si mi dejada había entrado o no. Y oye, con qué alegría celebré el primer punto de este partido que, set tras set, se tornó de lo más amistoso y divertido.

Eso sí, lo que sudé cada vez que me quedaba paralizada porque no sabía decir algo en inglés, no lo sabe nadie. De hecho, si Nadal y Federer hubiesen asistido a esta videollamada estos habrían sido ellos.

Además, he de agradecer que, por primera vez en la vida, Internet no me dio por the sac (el saco) y no se cortó ni hubo problemas de nitidez de sonido (ni que esto fuese Eurovisión, pero casi) y pude entender a mi interlocutor very well (fandango). Ajá. No tan rápido, María del Carmen.

¿A que os acabo de decir que soy Chandler cuando me pongo nerviosa? Pues ahí que cuando llevábamos unos 45 minutos de llamada, Todd me preguntó cuál era mi serie de televisión preferida. Y, a continuación, procedo a transcribir las palabras casi exactas de nuestra conversación.

Todd:¿Cuál es tu serie de televisión preferida?

Carmen:'Friends'. Me encanta, la he visto muchísimas veces.

Todd:Perdona, ¿qué serie?

Carmen (nerviosa):¿Friends? (y aquí Carmen puso énfasis en no pronunciar la i de 'Friends' porque como bien le enseñaron de pequeña en el colegio "los amigos no se fríen").

P.D: y luego dicen que por qué no somos bilingües en España... En fin...

Todd:¿De qué va?

Carmen (sin entender absolutamente nada porque para ella, o sea para mí, que alguien no conozca 'Friends' solo puede indicar que ha estado secuestrado mucho tiempo): "Ya sabes, de seis amigos que viven en dos apartamentos uno al lado del otro".

Todd: Ah, pero ¿en Francia?

Carmen (sudando a chorros y a cuadros por semejante pregunta): No, en Nueva York.

Y ahí, amigos y amigas, es cuando supe que mi bola había tocado red.

Todd: "Ah, jajajaja. Ay, perdona, es que te había entendido 'France' y no estaba entendiendo nada".

Ya, Loles, tú y mi amiga Arantxa que me pidió que escribiera este artículo para contarlo porque no pudo reírse más el día que se lo confesé. Y mientras que vosotras dos os partís de risa, esta era yo tratando de remontar un partido que se me complicó (de manera cómica, eso sí) por culpa de la 'fucking' pronunciación.

Y sí, él se rió y bueno, yo hice como que me daba igual, pero en el fondo me estaba acordando de la madre que inventó todos los métodos de inglés y tratando de hacer como que no me estaba muriendo de la vergüenza.

Así que decidí que lo mejor era salir por la tanjente y decir que me tenía que ir. Era eso o fingir un tirón.

Que sí, que vosotros diréis que por qué dejar ahí la cosa. Pues porque mira, llevábamos casi una hora de 'palique' que es como 24 horas cuando hablas en inglés. Agotador. Además, que las cosas hay que dejarlas siempre en el pulto álgido.

Total, que tras tirarme al suelo nada más terminar la videollamada, pude respirar tranquila y sentirme orgullosa de haber dejado la marca España bien alta (o bueno, a mitad). Y esta soy yo saliendo de Hinge tras la videollamada.

Y cuidadito porque el 'feedback' del partido me lo dio él dos minutos después de colgar y aprobé con nota.

Sí, me dijo que había sido 'genial' hablar conmigo y que 'además, eres muy mona'. Sí, y a pesar de todo esto, no volví a saber de él tras un par de mensajes más. Es lo que tienen las dating apps... pero no sufráis que yo sigo acordándome del 'affair' que tuve con Brad Pitt en pleno confinamiento.

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