Tinder, un invento del mal

Capitulo dos: cómo encontrar pareja en Internet puede acabar con tu paciencia. Y manual de respuestas para candidatos 'encendidos'

Ligar por Internet
Ligar por Internet / ISTOCK

A ver, una cosita. ¿En qué estaban pensando los creadores de aplicaciones para ligar?, ¿en hacer un bien a la humanidad y sembrar el amor por el mundo? Pues os habéis lucido, chatos. Tinder y sus sucedáneos son un invento del mal que ha llegado a los móviles de pobres solteras para arruinarnos la vida... Bueno, al menos la paciencia y un poco la autoestima, también. Si aún no te has bajado ninguna app y alguna iluminada te dice: "Tía, descárgatela. ¿Sabes que fulanita conoció a su novio supermegaperfecto ahí?". Nooo, no caigas en la tentación, hay pocas posibilidades de que ese milagro se repita en tu persona, especialmente si tiene un carácter... Digamos pelín fuerte. ¡Muchos te van a sacar de quicio y tú te vas a brotar!

Y es que la fauna tinderiana, en lo que a hombres se refiere, parece variopinta en ese catálogo infinito, pero no lo es. ¡El 80 % (no pongo 100 por parecer moderada) quiere tema que te quema! Y no, no me refiero a que busque novia, incauta, por mucho que te saluden con un: "¡Hola, bombón, ¿cómo está la cosa más bonita de Tinder?". Te voy a dar una pistita...

Tras analizar experiencias propias y ajenas os diré que el tipo que más abunda en Tinder es el Christian Grey de palo. Sí, ese que se cree protagonista de 'Cincuenta sombras de Grey' y promete llevarte a un mundo desconocido de placer (desconocido porque seguramente la decepción con respecto a las expectativas sea de traca). Al principio quizá no lo identifiques, pero hay ciertas señales que deben captar tu atención. El más obvio, sin ni siquiera decir hola, ya te pregunta qué buscas o cuáles son tus fantasías íntimas. O directamente te invita a su cama... ¡Es maravilloso lo que una foto puede provocar en ese tipo! Ni siquiera le preocupa que luego, en persona, resultes menos atractiva a sus ojos, que te haya abandonado el desodorante, ni siquiera que no seas tú la del perfil. ¡Él, a lo loco! Antes de que llegues, se estará quitando la ropa.

Esos son fáciles de tratar. Si no buscas un ratito de placer y chao (que también vale), borra y bloquea. Pero hay otros pelín más sutiles y otros que directamente se creen poetas y te dicen esto: “Busco algún alma bonita con un bonito cuerpo para disfrutar del momento”. No es broma, este mensaje ha existido. Y si no eres una experta en esto de Tinder, puedes llegar a creer que le interesa tu alma bonita y que cabe la posibilidad de que, en el fondo, sea un romántico. Tú verás, si quedas con él y te conviertes en su Anastasia, luego no llores cuando no te vuelva a escribir. Avisada estás.

Y como sé que, si eres principiante, no sabrás qué contestar a algunas directas ininuaciones del señor Grey en rebajas que puedas encontrarte, ahí van unas respuestas que pueden sacarte del apuro y, de paso, hacer que te eches unas risas.

Intento 1

-Él: ¿Qué buscas?

-Tú: Un calcetín que perdí el otro día en la lavadora y no aparece el descarado...

Intento 2

-Él: Eh, guapa, ¿vienes a mi casa y te hago pasar un buen rato?

-Tú: Mejor vienes a la mía y me pasas la aspiradora (mis compañeros de piso te dirán dónde la guardo, me voy de cañas).

Intento 3

-Él: ¿Te animas a una cena en mi casa? Te pongo velitas.

-Tú: ¿Velitas?, ¿qué vamos a hacer espiritismo?

-Él: ¿Qué hace un pibón como tú solita por aquí?

-Ella: Gracias por lo de pibón, no puedo decir lo mismo...

Síguele la pista

  • Lo último