La pandemia en Madrid

Dimite el portavoz de coordinación Covid del Gobierno de Madrid con el Ejecutivo central a las 48 horas de su nombramiento

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zentauroepp55123866 soc bouza200926175123 / EL PERIÓDICO

Juan José Fernández

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En 48 horas se ha hartado de los políticos. El doctor Emilio Bouza, catedrático de Microbiología jubilado y ex jefe del servicio de esa especialidad en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, ha presentado este sábado su dimisión como portavoz del Grupo Covid, el punto de encuentro y trabajo conjunto que habían acordado la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en su conversación del pasado miércoles en la Puerta del Sol. Ambos gobiernos se quedan sin su principal puente sanitario.

"Las circunstancias que he presenciado en los dos días siguientes, junto con la contemplación de las ruedas de prensa simultáneas del viernes 25, me obligan a renunciar y a declinar el ofrecimiento. Sin duda alguna seguiré trabajando en favor de los ciudadanos de Madrid y de España", ha explicado el médico en una carta dirigida al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y al consejero de Sanidad, Enrique Escudero, fechada este sábado.

Sobre la oferta que recibió de los dos gobiernos para ser puente y portavoz de la coordinación entre ejecutivos, Bouza dice en su carta: "Creí en lo que se prometía y, tras unas horas de reflexión, acepté, al percibir la demanda como una obligación y como un deber para mi comunidad y mi nación".

Bouza se despide del ministro y del consejero explicándoles: " Estoy, como no puede ser de otra manera, al servicio de la Salud, pero sencillamente, he podido comprender que ese no es mi puesto en las actuales circunstancias".

Tenso viernes

Según avanzó El Español, Bouza no había querido dar las razones de su dimisión, voluntariamente decidida al cabo de 48 horas de su nombramiento. El médico estaba dejando tiempo a la Comunidad de Madrid para que explique su marcha. Y el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha difundido la carta, con membrete del Hospital Gregorio Marañón, sin más comentarios.

Preguntados por EL PERIÓDICO, portavoces del gabinete de Díaz Ayuso no han querido confirmar ni desmentir que el científico dimisionario se dirigiera en la noche de este viernes por escrito con una nota a la presidenta, anunciándole que dejaría hoy el cargo, como sostienen fuentes próximas al caso. 

Sí lo sabían diversas figuras de primera línea de la profesión médica cercanas a Bouza, conocedoras de su indignación después de que, a las 24 horas de su nombramiento, y antes de que pudiera tomar contacto con todos los técnicos de la comisión bilateral, los dos gobiernos divergieran de la abrupta manera con que lo han hecho este viernes en dos ruedas de prensa. 

En la tarde del viernes decidió su dimisión. "Cualquiera en su sano juicio lo habría hecho como él", dice a EL PERIÓDICO un médico de su ámbito profesional cercano. En opinión de este facultativo amigo del dimisionario, los políticos a la gresca "corren el riesgo de que el próximo profesional al que llamen no quiera sentarse en ese puesto".

Prestigio

Bouza ha tenido tiempo de tomar parte solo en un encuentro entre miembros de los dos gobiernos, el pasado jueves, día en que iniciaba su corta andadura. Su dimisión se produce sin más razones que la abrupta escenificación del desencuentro entre el ejecutivo autonómico y el central sobre las medidas que hay que tomar para frenar la desbocada extensión del coronavirus en Madrid, que hoy mismo ha conocido otro capítulo en su escalada.

El nombramiento de Bouza, científico respetado en el mundo académico y en la profesión médica, había sido fruto de un acuerdo entre el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el consejero de Salud de Madrid, Enrique Ruiz Escudero.

Llamamiento a la concordia

Esta es la tercera dimisión sonada en el ámbito sanitario madrileño bajo la presión de la pandemia y su gestión política. La primera en dimitir fue la directora autonómica de Salud Pública, Yolanda Fuentes, el pasado 8 de mayo, en frontal desacuerdo con la rapidez con que su gobierno quería desescalar las medidas antiCovid en Madrid. Cinco días después, dejaba el cargo el director general de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur de Viu, destituido con una agria polémica de fondo por la gestión de las residencias de ancianos en la comunidad.

Entre las reacciones de la profesión médica a esta sorpresiva dimisión, destaca una petición de concordia del presidente de la Sociedad Española de Medicina de Emergencias y Urgencias, el doctor Juan Jorge González Armengol, quien, tras haberse confirmado la dimisión, comenta a EL PERIÓDICO: "Esta situación de enfrentamiento no hace ningún bien a ninguno de los dos gobiernos. Tanto en Sanidad como en la Comunidad de Madrid hay muy buenos técnicos de gran temple. Están obligados a entenderse y deberán entenderse".

Para González Armengol, jefe de Urgencias del Clínico San Carlos, es necesario "llamar a la reflexión a ambas partes, que reconsideren posturas y lleguen a acuerdos. En las próximas semanas se va requerir de la población sacrificios imperativos, y debe haber unidad de acción".

En el PP culpan a Illa

"Nosotros aceptamos cerrar todas las poblaciones de más de 500 contagios para cada 100.000, pero si es en toda España, no solo en la Comunidad de Madrid. Y si, al mismo tiempo, hacen PCR en el aeropuerto de Barajas, y las estaciones del AVE, que es por donde entran los contagios", indican a Pilar Santos fuentes del PP próximas a la presidenta madrileña.

Esas fuentes niegan que, por parte de la Comunidad de Madrid, haya choque con el gobierno central. "Hemos actuado conforme al acuerdo. Decimos lo que vamos a hacer y ellos tienen que ayudar. El jueves, sin que nada hubiera cambiado epidiológicamente, Illa cambió las reglas diciendo: "Tenéis que hacer lo que yo diga". Nosotros no vamos a romper la mesa de diálogo", aseguran.

Estos cercanos al gobierno madrileño atribuyen la dimisión de Bouza a "una guerra que ha comenzado el gobierno central por razones políticas", de la que culpan directamente al ministro Illa.