Investigación

Contra Pinochet y Assange y pro Corinna zu Sayn-Wittgenstein, investigación de Ernesto Ekaizer

El abogado James Lewis lidera la demanda civil contra Juan Carlos I que se verá este lunes y martes en Londres ante el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales

FOTOS DE ARCHIVO DE CORINNA ZU SAYN-WITTGENSTEIN Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Rey Juan Carlos.28/02/2013 FOTOS DE ARCHIVO DE CORINNA ZU SAYN-WITTGENSTEIN POLITICA COLABORADOR / EUROPA PRESS

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Ernesto Ekaizer

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Uno de los tres abogados que figuran en la demanda civil contra Juan Carlos I (acoso, seguimiento ilegal y difamación), junto con la firma de puño y letra de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, se llama James Lewis. En la actualidad representa al gobierno de Estados Unidos en el procedimiento para extraditar al periodista Julian Assange, fundador de la agencia Wikileaks, detenido en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh. Si bien una jueza ya ha denegado su entrega por razones de salud, un recurso elaborado por Lewis le mantiene en prisión y provocó una nueva audiencia, realizada a finales de octubre. El desenlace es inminente.

A esa cárcel, situada en Thamesmead, sureste de Londres, fue trasladado en silla de ruedas, una única vez ante un juez inglés, el exdictador chileno Augusto Pinochet el 11 de diciembre de 1998, para comparecer al comienzo del juicio de su extradición a España. Tras la detención de Pinochet en una clínica de Londres el 16 de octubre de 1998 -acababa de ser operado de una hernia discal-, los jueces de una sección del Tribunal Superior de Justicia concedieron al dictador chileno la inmunidad en su calidad de exjefe de Estado de Chile.

Gran conocedor de las extradiciones

El Servicio de Fiscalía de la Corona recibió las instrucciones de presentar un recurso contra la inmunidad del juez Baltasar Garzón -titular del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y hoy en el equipo que defiende a Assange- quien había cursado la orden de arresto a Londres. La Fiscalía de la Corona, pues, contrató el 20 de octubre de 1998 a dos abogados. Al mayor experto en extradición, Alun Jones, y a un abogado para llevar el procedimiento penal. Su nombre: James Lewis.

El recurso contra el primer tribunal, la llamada Divisional Court, se presentó ante el comité judicial de la cámara de los lores, que actuaba como Tribunal Supremo. Un primer fallo de los jueces-lores contrario a Pinochet tuvo que ser repetido. Sin embargo, el 24 de marzo de 1999, la nueva sentencia volvió a negarle la inmunidad ante delitos de tortura por abrumadora mayoría de 6 contra 1. Porque, sentenciaron, la tortura no forma parte de las funciones de un jefe de Estado.

El 15 de abril de 1999, Lewis vaticinó: “Pinochet puede sentarse en seis meses en el banquillo en España”. Se equivocó. Aunque ganó el juicio contra la inmunidad soberana y de jurisdicción, el gobierno de Tony Blair, en lugar de entregar al ex dictador a España lo envió a Chile porque, sostuvo, padecía senilidad sobrevenida, lo cual le impediría participar en un juicio.

Abogados de élite

Lewis, como su colega Jonathan Caplan, forman parte de un selecto grupo de letrados barristers -que presentan los casos ante los tribunales- llamados Queen's Counsel o consejeros de la reina, un titulo honorífico de mérito tras una experiencia de trabajo de quince años. En el equipo participa otro barrister, Adam Chichester-Clark.

Los tres comparten una trayectoria en derecho penal y civil, son especialistas en litigios empresariales, individuales y gubernamentales y expertos en medios de comunicación. Es difícil encontrar un caso nacional en el Reino Unido e internacional en los que falte alguno de estos primeros espadas. Frente a ellos, Juan Carlos I ha contratado al equipo de abogados del bufete internacional Clifford Chance.

El caso de Lewis tiene interés respecto a uno de los problemas que invoca la defensa de Juan Carlos I ante la demanda de Corinna: su inmunidad ante el procedimiento civil por haber sido ex jefe de Estado.

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