Cierra el confesionario

Por qué Barcelona va a echar de menos el festival Primera Persona

El singular festival de relatos de vida se despide este sábado después de nueve ediciones con una gran fiesta en el Pati de les Dones del CCCB

Los responsables de la iniciativa, Kiko Amat y Miqui Otero, eligen los 10 momentos que mejor han definido la esencia y el propósito de la muestra nacida en 2012

Brett Anderson, entrevistado por Xavi Sancho (derecha) en el Primera Persona.

Brett Anderson, entrevistado por Xavi Sancho (derecha) en el Primera Persona. / periodico

Rafael Tapounet

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Al término de una de las propuestas programadas en la segunda edición del Primera Persona, en 2013, el escritor y crítico teatral Marcos Ordóñez sacó una botella de chinchón y, haciendo suyo el brindis irlandés favorito de John Huston, invitó a los presentes a beber “por el impulso”. Ese es el tipo de cosas que pasaban en el Primera Persona, un festival que durante una década ha convertido el escenario del Teatro CCCB en un confesionario abierto al público en el que escritores, dibujantes, periodistas, músicos, cineastas, actores y activistas han aireado su corazón y sus libros de recuerdos para desvelar las claves autobiográficas que se esconden detrás de sus obras. Al cabo de nueve ediciones y más de 200 invitados, los dos creadores y directores del Primera Persona, Kiko Amat y Miqui Otero, consideran que aquel impulso por el que brindaba Ordóñez se ha ido diluyendo y, antes de perderlo definitivamente, han decidido echar el cierre con una edición especial en formato de fiesta al aire libre que se celebrará este sábado en el Pati de les Dones del CCCB.

La monologuista Oye Sherman (Maria Rovira) oficiará de maestra de ceremonias de un acto convocado bajo el epígrafe ‘Cicatrius’ (la cicatriz como “recuerdo de una herida que nos hizo diferentes, que en su momento nos hizo daño pero ya ha dejado de sangrar”, apunta Otero) y en el que participarán el poeta David Caño, el editor Miquel Adam, la ilustradora Rocío Quillahuaman, las escritoras Anna Pacheco y Esther García Llovet y los músicos Stivijoes, L’Hereu Escampa, Lluís Cabot y Clara Viñals e Hijos del Trueno. El fin de fiesta correrá a cargo de Joe Crepúsculo, autor, junto a Manolo Vázquez, de ‘La primera persona’, canción compuesta expresamente para una actuación en la edición inaugural del festival y que se convirtió rápidamente en el himno imbatible de todo el asunto. El mismo sábado, la web del CCCB pondrá en descarga una publicación con una veintena de colaboraciones de otros tantos artistas que reflexionan en torno al concepto de las cicatrices. 

El Primera Persona se acaba y ya lo añoramos. Nada como las despedidas para reconocer méritos: la lista de momentos memorables y de presencias rutilantes (de Sleaford Mods a Vivian Gornick, de Julieta Venegas a John Cooper Clarke, de Stephen Merritt a Caitlin Moran y sus chupitos cada vez que se pronunciaba la palabra “feminista”) ha sido un lujo impagable para una ciudad necesitada de ese tipo de impulsos. En la hora del adiós y del balance, Kiko Amat y Miqui Otero eligen los 10 momentos que, a su juicio, mejor han retratado la esencia de lo que ha sido, y lo que pretendía ser, el Primera Persona.

Antonio Luque y Jota (2012)

La charla-concierto que reunió en la primera edición del festival a Antonio Luque (Sr. Chinarro) y Jota de Los Planetas, algo así como los Faemino y Cansado del indie-pop español, deparó uno de esos instantes aparentemente anecdóticos pero cargados de significado que a lo largo de los años han ido definiendo la idea del Primera Persona y han justificado su existencia. Así lo recuerda Amat: “En un momento, Luque le suelta a Jota: “Eso de la letra me dijiste que era por tu suegro”. Ahí pensé: “Esto es el Primera Persona. Por esto merece la pena hacer el festival”. La vivencia personal convertida en la clave que da sentido a la obra.

Jonathan Ames (2012)

Se suponía que el escritor y cómico neoyorquino, creador de la hilarante serie autobiográfica ‘Bored to death’ para HBO, había venido a perorar sobre su agitada vida y su estimulante obra, pero su paso por el Teatro CCCB acabó siendo un subversivo espectáculo de ‘stand-up comedy’. “Después de hablar de su vida y milagros durante una hora, acompañado por un colega disfrazado de mayodromo que pusimos a su servicio dos días antes, hizo sonar ‘Ring my bell’ mientras invitaba a la gente del público a perder la vergüenza y olisquearse como perretes -evoca Otero-. Luego hubo otros grandes escritores como Junot Díaz o Jonathan Lethem, pero Ames fue el primero y el más teatral”.

Oriol Llopis (2013)

En su segundo año, el festival puso al escritor Marcos Ordóñez, el crítico de rock Oriol Llopis y el gánster reinsertado Dani El Rojo a dialogar con tres actores que interpretaban a sus yoes juveniles. O algo así. En el turno de Llopis se produjo otro de esos momentos “fundacionales” que aún hoy hacen que a Amat se le ilumine la cara. “Al listar su código deontológico, el crítico rock del ‘demi-monde’ exclama: '¡Y en primera persona!'. También lo sentí como reivindicación histórica cumplida y encarnada en festival”. Llopis ya no está entre nosotros. Tampoco lo están los escritores David Nobbs y Juan Marsé, que pasaron por el Primera Persona en 2014 y 2016, respectivamente.

The Raincoats y Lidia Damunt (2013)

La murciana Lidia Damunt nació un año después de que Gina Birch y Ana da Silva montaran en Londres el muy influyente grupo de post-punk feminista The Raincoats. Juntarlas en el CCCB para interpretar, entre otras canciones, ‘Fairytale in the supermarket’, el primer ‘single’ de la banda inglesa, fue una idea feliz que Otero incluye entre los grandes ‘hits’ en la historia del festival. “Nos encanta lo de conectar a varias generaciones con una misma idea; The Raincoats habían sido importantísimas para esa Lidia Damunt adolescente que empezaba a hacer música y nos pareció precioso que de repente, después de haber estado separadas por tantos kilómetros y años, acabaran juntas encima de un escenario”. 

Robert Forster (2013)

Si los directores del Primera Persona tuvieran que quedarse con una sola actuación musical de entre la veintena larga que ha acogido la muestra, los índices de ambos señalarían al australiano Robert Forster. El ex-Go-Betweens tocó con una banda formada por músicos locales amigos del festival y su adaptación fue tal que acabó diciendo en directo que a los nísperos en el Maresme se les llama ‘micacos’. Final antológico con 'Spring rain' y piel de gallina con ‘Surfing Magazines’, coreada por el público. Amat: “Uno de mis músicos predilectos de todos los tiempos tocando en el festival su canción más ‘primerapersonera’. Momento no poco emotivo, aunque lo afronté con la virilidad y firmeza de labio acostumbradas”. (Pueden ver la actuación completa aquí).

‘Max Mix’ (2015)

Los disc-jockeys Josep Maria Castells, Mike Platinas y Toni Peret se turnaron a los platos para relatar la alucinante historia del primer (y más exitoso) ‘megamix’ español y de cómo uno de los empresarios que se enriquecieron con el fenómeno encargó el secuestro y asesinato de su socio. Otero quedó comprensiblemente impactado: “Una historia de pionerismo musical, precariedad de la industria, pelotazos tanto musicales como urbanísticos, sicarios, secuestros, televisión, millones y crisis y ruina... Es uno de los que más recuerdo sobre todo porque fue casi como una obra de teatro documental. Y también porque la gente bailaba y daba palmas hasta con la sintonía de ‘Informe Semanal’”.

Richard Price (2015)

En estas nueve ediciones del festival, los dos responsables del festival han reclutado los servicios de lo más granado del periodismo cultural local para conducir las charlas con los invitados. Solo en contadísimas ocasiones se han reservado ese papel para sí mismos, indicio claro de una devoción personal particularmente intensa. Amat lo hizo con el escritor del Bronx, autor de novelas como ‘The Wanderers’ y ‘La vida fácil’ y de los guiones de ‘El color del dinero’ y la serie ‘The Wire’, entre otros muchos logros. “No tengo héroes, pero sí maestros. Price es uno de ellos. Hablar con él en directo fue la hostia. Un gran ‘ranconteur’ en una hora de ‘riffing’ y anecdotario apoteósico”. (Si quieren comprobarlo, aquí tienen el vídeo).

Eduardo Mendoza y José Luis Cuerda (2015)

Ese mismo año, Otero se regaló el privilegio de moderar la conversación entre “dos sabios de verdad”: el novelista barcelonés Eduardo Mendoza y el cineasta y escritor manchego José Luis Cuerda (otro grande que, desgraciadamente, tampoco ha sobrevivido al festival). Con unas pepsicolas de por medio, ambos dejaron de lado el tema de la literatura cómica que supuestamente los había convocado para desgranar recuerdos infantiles y anécdotas descacharrantes ante una platea entusiasta que les dispensó tratamiento de ‘rock stars’. “Fue una hora de humor inteligentísimo y alegría de estar vivos. Un ‘The Clash of the Titans’ que disfruté como un enano”. (Pueden compartir su entusiasmo pinchando en este enlace).

Carla Simón y Elena Martín (2018)

Representantes de una nueva ola del cine catalán caracterizada por la potencia de las miradas femeninas y la importancia de la experiencia personal, Carla Simón (‘Estiu 1993’) y Elena Martín (‘Júlia Ist’) convirtieron el escenario en el dormitorio compartido de una residencia de estudiantes para protagonizar una charla de insólita familiaridad y llena de revelaciones de la que Otero guarda un inmejorable recuerdo. “Una de las suertes del Primera Persona ha sido poder conocer a gente que admiras y que es más joven que tú. A Carla y Elena las pusimos en una litera para que intercambiaran obra y confidencias. Disfruté mucho preparando todo con ellas y también con el clima muy íntimo que se creó”.

Nik Cohn (2019)

Amat lo tiene claro: el Primera Persona nació justamente para traer a Barcelona a gente como Nik Cohn y ponerle un micrófono delante. El periodista y novelista británico es autor del que muchos consideran el primer gran ensayo sobre la música pop (‘Awopbopaloobop Alopbamboom’) y del reportaje que inspiró la película ‘Fiebre del sábado noche’, por citar dos de sus hitos. Aun así, a sus más de 70 años, sigue siendo un completo desconocido en España, donde solo se han publicado un par de sus libros. “Cohn simboliza un tipo de artista que ‘obliga’ a la existencia de un festival como el Primera Persona. Si no llega a invitarle el Primera Persona, no le hubiese invitado nadie. Así de sencillo”.  

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