Gente corriente

Eulàlia Ventura: «Entenderse con el otro es el arte más difícil de todos»

Directora cuentacuentos. Dirige y da clases en el primer instituto Waldorf de Catalunya.

«Entenderse con el otro es el arte más difícil de todos»_MEDIA_1

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GEMMA TRAMULLAS

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La historia de la escuela Tretzevents de La Floresta (Sant Cugat) se parece a los cuentos que le gusta contar a Eulàlia: hay trabajo en equipo, acción, sombras, rayos de esperanza y un final feliz. Lo que empezó hace cuatro años como un arriesgado proyecto de 12 familias hoy es el primer instituto de pedagogía Waldorf homologado en Catalunya. Como reconocimiento a la lucha de familias y maestros por levantar el centro y para contribuir a sus maltrechas finanzas, Jordi Savall y su hijo Ferran (que fue alumno Waldorf) ofrecerán un concierto el miércoles día 29 en el monasterio de Sant Cugat.

-¿Es cierto que cada año va con los alumnos de primer curso al Camino de Santiago?

-Sí. La última vez entramos en la catedral de Burgos y pidieron cantar una canción, ¡en latín! Les hice entrar en una capilla y empezaron a cantar como nunca. La gente se acercó y ellos empezaron a caminar por la catedral. ¡Y les seguían! ¿Se imagina lo que significa para un chico llevarse esta experiencia tan real, tan viva, para el resto de su vida?

-¿Qué hacen al entrar por la mañana en unas aulas que son módulos prefabricados?

-Decimos buenos días y nos damos la mano mirándonos a los ojos. Este momento fugaz de contacto íntimo con el otro es uno de los más bonitos del día. Luego hacemos media hora de música o leemos una historia. Hoy [por ayer] hemos cantado Cançó de bres per una princesa negra, una preciosa canción mallorquina que hemos dedicado al profesor y al alumno del instituto Joan Fuster.

-¿Viene de familia de maestros?

-¡Nooo! Todos se dedican a los negocios. Yo estudié Pedagogía y trabajé de cuentacuentos, para desesperación de mis padres.

-¿Por qué cuentos?

-Intuía que el lenguaje artístico era el único capaz de expresar el mundo interior de la persona, su esencia. Una vez me dijeron que era «demasiado creativa para ser maestra». ¡Yo creía que era condición sine qua non!

-Por eso encontró su lugar en la pedagogía  Waldorf, que trabaja a través del arte.

-Rudolf Steiner [el creador de la pedagogía Waldorf] decía que el arte del futuro sería el arte social. Entenderse con el otro es el arte más difícil de todos.

-Se estrenó en la escuela Waldorf El Til.ler.

-Era un curso de sexto y, como no teníamos secundaria, seguí dos años más con ellos haciendo educación en casa. Entonces pasó algo impresionante: los chicos dijeron que querían que legalizáramos la escuela para seguir aprendiendo así y para que pudieran entrar más niños.

-¡Caray!

-Hacer las cosas legales no para cumplir una ley sino para dar las mismas oportunidades a todo el mundo es el principio de la justicia. ¡No podíamos decepcionarles! Padres, maestros y niños buscamos un espacio y levantamos un edificio de autoconstrucción para empezar las clases.

-En Tretzevents prohíben los móviles. 

-Las nuevas tecnologías y las redes sociales potencian el yo colectivo y la escuela es un espacio para formar el yo, para aprender a discenir lo que está bien y lo que está mal y no que te lo digan desde fuera.

-Los empresarios de Silicon Valley llevan a sus hijos a escuelas Waldorf. Los mismos que inundan a nuestros hijos de tecnología protegen a los suyos de ella.

-Suena perverso pero me gustaría pensar que si los llevan a esta escuela es para que sus hijos creen tecnologías y maneras de pensar más buenas para el ser humano.

-400 euros al mes. ¿Por qué tiene que costar tanto acceder a esta pedagogía?

-Pregúntele a la consellera Rigau. Es una pena, porque en Alemania las escuelas Waldorf son públicas. Pero somos una escuela creativa y podemos encontrar la manera de tener algunos alumnos becados.