NUEVOS DERRAMES EN UNA ZONA CASTIGADA

Otras 2 manchas ponen en riesgo las playas de Salou y Vila-seca

RAFAEL MORALES
VILA-SECA

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La existencia de «un poro en las líneas de conducción del producto», según el comunicado oficial de Repsol, originó ayer un derrame de 100 litros de fuel al mar en el pantalán que tiene la compañía en el puerto de Tarragona. Es el tercer vertido de petróleo en menos de un mes que se produce frente a la costa de Tarragona. El derrame indignó a los alcaldes de Vila-seca y Salou (Tarragonès), que ven peligrar el buen estado de sus turísticas playas.

Repsol informó de que, en el transcurso de la ronda de inspección diaria, hacia las 8.30 horas de la mañana de ayer los operadores del pantalán constataron la existencia de una fuga en una de las líneas de caída de fuel ligero. A las 9.15 la firma comunicó la incidencia a Capitanía Marítima, que puso en marcha las tareas de evaluación y limpieza.

UN VERTIDO SIN PATERNIDAD / El vertido provocó una mancha en el mar mucho menos importante que las que se produjeron el 22 de diciembre en la plataforma Casablanca de Repsol y la del 11 de diciembre, por un vertido de Asesa en el puerto. A pesar de ello, las embarcaciones de Salvamento Marítimo y de la misma Repsol se apresuraron a controlar el vertido que estaba apenas 300 metros frente a la playa de La Pineda, dentro del término municipal de Vila-seca.

Además de esta mancha de fuel, situada en la zona más cercana al puerto, se detectó otra que ocupaba una superficie de poco más de dos kilómetros cuadrados frente al cabo de Salou y sus playas. Se estima que que en este caso se vertieron entre 5.000 y 15.000 litros de un producto de color verdoso en algunas zonas.

De esta última mancha nadie se ha responsabilizado. «Nos extraña que sea el mismo producto», apuntó un portavoz de Repsol. Salvamento Marítimo y la compañía petrolífera tomaron muestras de las dos manchas para proceder al análisis y determinar la procedencia.

A pesar de que las manchas estaban prácticamente disueltas a última hora de la tarde, en los ayuntamientos de las dos poblaciones más cercanas al puerto de Tarragona volvió a cundir la alarma. Josep Maria Pujals, responsable de Gobernación de Vila-seca, alabó los progresos que en los últimos años se han hecho en la comunicación de este tipo de incidencias -«El alcalde ha estado informado desde el primer momento», dijo-, pero aseguró que «se ha dado un paso atrás en la frecuencia de los vertidos».

Más tranquilo se mostró el propietario de uno de los bares que está en la primera línea de la playa de La Pineda. «Desde hace años, la playa se mantiene limpia, el petróleo no llega, de lo contrario no tendríamos la bandera azul», argumentó.

TURISMO EN RIESGO / Pere Granados, alcalde de Salou por la formación independiente Fups, estaba más preocupado. «Es lamentable que estos vertidos se sucedan con tanta frecuencia», explicó ante las consecuencias de ver manchadas las playas del municipio. «Hay que extremar las medidas para que esto no se vuelva a repetir. Pone en una grave situación de riesgo al turismo, una industria muy importante para Salou», destacó el alcalde.