El Col.legi de Metges propone que los facultativos comuniquen a las empresas las bajas de sus pacientes

Operación en un quirófano del Hospital Clínic.

Operación en un quirófano del Hospital Clínic. / DANNY CAMINAL

ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA

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El Col.legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB) considera que si el médico que atendió al piloto de la compañía Germanwings hubiera podido advertir a la empresa aeronáutica de que el aviador no estaba en condiciones de trabajar tal vez se hubiera evitado la catástrofe, en la que fallecieron 150 personas. Esa información, no obstante, hubiera debido preservar el diagnóstico del enfermo, que siempre formará parte del secreto profesional del médico, indica el informe que el COMB ha elaborado con el fin de proponer medidas que protejan tanto el derecho de los pacientes a preservar su intimidad como el deber de proteger a terceras personas cuando el enfermo ejerce una profesión que lo hace responsable de vidas ajenas: agentes de seguridad, policías, pilotos o conductores de transportes públicos o médicos, entre ellos.

El documento del COMB propone establecer métodos para que la comunicación a las empersas de que un empleado se encuentra en situación de baja laboral sea automática, transmitida por los canales informatizados que existen en cualquier consulta sanitaria. 

"No se trata de informar a las empresas del diagnóstico médico de sus trabajadores, sino de advertir que tal empleado ha sido considerado no apto, temporalmente, para realizar su trabajo", ha puntualizado Jaume Padrós, presidente del COMB. "La baja es una herramienta de protección del trabajador", ha recordado. La normativa actual obliga a que sea el empleado quien comunique su baja laboral a la empresa, cosa que hace en la inmensa mayoría de casos. Podría suceder, no obstante, como de hecho ocurrió en el aludido suceso aéreo, que un empleado enfermo, con terceras personas a su cargo, se negara a no acudir a su puesto de trabajo a pesar de no estar en condiciones de hacerlo.

INGRESO FORZOSO

En último extremo, ha advertido Josep Terés, presidente de la comisión de deontología del COMB, el médico que es consciente de que un paciente ocultará a su empresa que no está en disposición de trabajar, puede recurrir al artículo 763 de la ley de enjuiciamiento civil, y solicitar la hospitalización involuntaria y forzosa del profesional en cuestión.

El COMB aboga por no estigmatizar a los afectados por enfermedades mentales que ejercen profesiones que implican a terceros, y evitar atribuirles una supuesta peligrosidad, sin por ello menoscabar la seguridad de los ciudadanos que quedan bajo su tutela.

El tema abordado, reflexionaron los autores del documento, exige mantener un correcto equilibrio entre la preservación de la intimidad, la responsabilidad del paciente y el derecho ciudadano a que el interés público prevalezca sobre el de carácter individual.

El colegio profesional dispone de recursos para atender de forma confidencial a los médicos que sufren una alteración de salud mental -entre las que se incluyen la adicciones a sustancias tóxicas- o una enfermedad infecciosa transmisible. Esos facultativos son atendidos en un centro médico exclusivo, en el que se preserva el anonimato de los pacientes.

El COMB plantea que quienes ejercen profesiones estratégicas, entre ellas las citadas, sean evaluados periódicamente desde el punto de vista de su salud física y mental. Esto ya sucede en la mayoría de oficios en los que los empleados tienen a su cargo la vida de otros ciudadanos, aunque no siempre la información obtenida es utilizada de forma adecuada, indican.