El PP se queda solo en contra de la inmersión en el Congreso

Una semana y media antes de que elCongresoeche elcierre por elecciones, las iniciativas parlamentarias de importancia básicamente catalana han sido protagonistas en esta Cámara. Se han discutido en el hemiciclo una propuesta de ley para que TV-3 pueda verse en la Comunidad Valenciana (y Canal 9 en Catalunya), una proposición no de ley para que el catalán sea oficial en la UE y una moción que, en un principio, versaba sobre el reconocimiento de la identidad catalana, pero que, al final, se ha convertido en unapoyo del Congreso a la inmersión lingüística.

La actualidad manda y, ahora mismo, tras el auto delTribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC)que pone en cuestión el sistema educativo catalán, hay pocos temas más calientes que este. Prosperaron la primera y la tercera propuesta, en la que todos los partidos, salvo elPPy Rosa Díez, deUPD, votaron a favor.

La importancia del aval parlamentario a la inmersión lingüística es simbólico. Se trata de unamoción, instrumentosin impacto legislativo, que reitera el aliento a un sistema que ahora se halla en entredicho. Pero ha servido para dejar claro, en Madrid, la posición de cada uno. Y a los socialistas, para probar que, en contra de la tesis expuesta porCiU--el portavoz del Govern,Francesc Homs, acusó hace unos días alPSOEde coordinarse con el PP para atacar el modelo--, ellos poco tienen que ver con los conservadores en esta materia. 

La moción, gestada entre el republicanoJoan Ridaoy la socialista catalanaMeritxell Batet, a la que luego se sumaron el resto de grupos, manifiesta el apoyo de la Cámara al "modelo lingüístico vigente en el sistema educativo catalán como garantía de cohesión social y de la plena igualdad de oportunidades". También reitera el "derecho del alumnado catalán a no ser segregado por razón de su lengua habitual" e insta al Gobierno a "defender el modelo".

Sin peligro

Desde elPP, la diputadaDolors Montserrat ha dicho primero que el texto, que sustituyó a otro tras la negociación entre ERC y el grupo socialista, era"un fraude parlamentario", porque nada tenía que ver con la moción original. Después, ha sostenido quela inmersión es cosa del pasado: "El catalán no corre ahora ningún peligro. La escuela catalana está preparada para ser trilingüe". Y ha acabado concluyendo, en referencia alauto del TSJC, que las resoluciones judiciales hay que cumplirlas. 

Algo similar ha ocurrido con lainiciativa legislativa popular, que llegó al Congreso con670.000 firmas de ciudadanos, para queTV-3, vetada por el expresidente valencianoFrancisco Camps, pueda volver a verse en laComunidad Valenciana, algo que el nuevo mandatario autonómico,Alberto Fabra, ha dicho que apoyará. Solo que en lugar de votar en contra, elPP, otra vez solo, se ha abstenido. Aún así, se ha mostrado a favor de una iniciativa que, en un primer momento, fuevetadapor el Gobierno socialista.