PROTESTAS POR UNA DEMOCRACIA REAL

El desalojo de los acampados tiene el apoyo del 40% de los ciudadanos

CARLES COLS
BARCELONA

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La ola de empatía que el movimiento de los indignados genera en la sociedad española -es decir, el hecho de que se compartan tan mayoritariamente sus quejas- no conlleva en paralelo que se aplauda con idéntica fidelidad su fórmula de protesta. Así, a pesar de que un 88% de los encuestados sostienen que los indignados simbolizan muy bien el malestar general que aqueja a España, solo un 53,9% es contrario a que se les desaloje de las plazas que aún hoy ocupan en pueblos y ciudades. La desproporción es evidente. De hecho, un 39,5% de los encuestados apoyarían un desalojo inmediato de esos espacios públicos.

El movimiento del 15-M (fecha en que dieron comienzo las protestas para reivindicar una democracia real) despierta sentimientos muy distintos entre los encuestados en función de tres variables: la edad, las simpatías políticas y la comunidad autónoma de residencia. Por el contrario, la ocupación de las plazas de las principales capitales por parte de los indignados apenas provoca diferencias de percepción en función de si el encuestado es hombre o mujer, y tampoco se polarizan en exceso las opiniones registradas en función del nivel de estudios del receptor de las preguntas.

MAYORES DE 60 AÑOS / El desalojo de las plazas sería visto con buenos ojos por un 52,9% de los mayores de 60 años. Es el único segmento de edad en el que mayoritariamente se celebraría la búsqueda de un punto final, policial o no, a las acampadas que persisten en Barcelona y Madrid. Los jóvenes, por el contrario, rechazan que se desaloje a los participantes en la protesta. Un 24% está en contra. A partir de ahí, conforme mayor es la edad, menos adhesiones obtienen las acampadas en el resto de la opinión pública.

Los simpatizantes del PP encabezan, de forma destacada, los comentarios favorables al desalojo. Los populares, de hecho, son el único grupo en el que son mayoría los proclives al desalojo. Los simpatizantes de Izquierda Unida (IU) son los más reacios a que se levanten las acampadas (un 80,4% se opone), mientras que entre los afines al PSOE el porcentaje de personas favorables a que todo siga igual cae al 58,1%.

Una mención aparte merecen dos de los principales fuerzas nacionalistas del Congreso de los Diputados. Así, mientras los simpatizantes de CiU andan divididos entre partidarios y detractores de la desocupación de las plazas (48,1%, en ambos casos), en los votantes del PNV solo un 11,1% respaldaría que se pusieran lo antes posible el punto y final a las acampadas.

MADRID Y LAS DOS CASTILLAS / Si la lectura de los resultados de la encuesta del GESOP se hace por comunidades autónomas, se mantiene un hilo argumental similar al de las filiaciones políticas. Madrid (54,6%) y las dos Castillas (50,5%), todas ellas con un amplio respaldo electoral del PP, son los territorios donde existe un mayor rechazo a la permanencia de los indignados en las plazas. Por el contrario, Euskadi (72,5%) y Catalunya (65,4%) son las zonas donde la opción del desalojo cuenta con más detractores.