LOS SÁBADOS, CIENCIA

Piedra, papel, tijera

El equilibrio más natural entre animales, personas y naciones es el que establecen tres partes

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JORGE WAGENSBERG

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La conjetura me la confió un viejo pescador de Llançà (Girona) con el que solía pasear en barca. Todo su conocimiento de la vida submarina era una deducción de lo que había caído en sus redes, casi diariamente, a lo largo de más de 50 años. No necesito bucear, decía, para saber que, ahí abajo, las criaturas pasan mucha hambre, pero atención a lo que sigue. En general, lo más grande se come a lo más pequeño, de acuerdo, pero ¿es siempre así? Si uno escoge bien los tamaños de los individuos quizá se pueda demostrar lo que yo creo haber observado: el congrio come pulpo, el pulpo come bogavante y el bogavante come congrio. ¿Sorprendido? Usted que es científico -me retaba- podría hacer la prueba confinando un congrio, un pulpo y un bogavante en un acuario. ¿Qué cree usted que sucederá? Y se contestaba a sí mismo. Pues algo extraordinario: se irán cada uno a un rincón para aterrorizarse tranquilamente.

El cálculo parece razonable: si A come B, B come C y C come A, nadie puede comerse a nadie impunemente. Cualquiera de los tres es a la vez depredador y presa y si a cualquiera de los tres se le ocurre comerse a la que es su presa entonces quedará inmediatamente indefenso ante el que es su depredador. En buena lógica, hay que pensar que los tres se respetarán en una tensa paz a tres bandas. La verdad es que nunca he tenido la oportunidad de comprobar si los tres animalitos se comportan en buena lógica o si, por el contrario, el más impaciente desatará su propia ruina justo después de haber devorado a su presa. En una ocasión, en una sola, el pescador consiguió atrapar a los tres en un mismo día. Trató entonces de probar su conjetura dejándolos juntos en el fondo de una cesta. Pero también reconoce que, en aquella situación inhóspita, respirar era más urgente que comer.

Este caso singular tiene su universalidad. Basta recordar el popular juego piedra-papel-tijera. Dos contendientes esconden una mano y las presentan simultáneamente en forma de piedra (el puño), de papel (la palma) o de tijera (dos dedos en uve). El papel gana a la piedra (porque la oculta), la piedra gana a la tijera (porque la rompe) y la tijera gana al papel (porque lo corta). La idea es una alternativa algo más divertida que la del socorrido pares o nones.

Supongamos ahora que las naciones recelan las unas de las otras. Por desgracia, eso no es mucho suponer. Una nación necesita cierta cohesión social de sus ciudadanos para definir una identidad colectiva. Y como bien se sabe, cohesiona más el recelo hacia los de fuera que la confianza hacia los de dentro. La convivencia entre dos superpotencias es inestable si su relación se basa en la desconfianza mutua. Una tos puede provocar una ráfaga, una ráfaga una guerra y, cuando el que ha tosido se disculpa, entonces puede que la primera batalla sea ya irreversible. ¿Qué es más peligroso, una guerra fría entre dos o entre tres? En el segundo caso hay que vigilar dos frentes, uno para sorprender y el otro para no ser sorprendido. No se puede ser agresor sin ser víctima inmediatamente después. La cuestión es: puestos a desconfiar, ¿no será mejor una desconfianza a tres bandas que a dos? Tres puntos definen un plano. Por eso un trípode es más estable que un bípode. La naturaleza ha dado bípedos y cuadrúpedos, pero los únicos trípedos son cuadrúpedos cojos o bípedos con bastón. En buena lógica la guerra fría entre tres potencias es menos guerra y más fría que la guerra fría entre dos. Sin embargo, y una vez más, la buena lógica entre naciones desconfiadas tampoco está garantizada.

En los meses anteriores al último torneo de tenis de Roland Garros se dio otro buen ejemplo de triple depredación cíclica.Rafael Nadalle tiene comida la moral aRogerFederer,Federerdomina aNovak DjokovicyDjokovic le gana varias finales seguidas aNadal. Los tres primeros jugadores del mundo acuden a París con una relación mutua muy parecida a la del congrio-pulpo-bogavante:NadalcomeFederer,FederercomeDjokovicyDjokoviccomeNadal. Los cuatro mejores jugadores del mundo alcanzan las cuatro plazas de las semifinales del torneo. Tal como fueron las cosas,Nadal gana la copa porqueFedereryDjokovicse enfrentan antes en las semifinales. Si en las semifinales se hubieran enfrentadoNadalyFederer, el campeonato se lo hubiera llevadoDjokovic.Y si en las semifinales se hubieran enfrentadoNadalyDjokovicel vencedor hubiera sidoFederer.Todo ello en buena lógica, pero el tenis, por suerte para jugadores y aficionados, también se escapa a veces de la buena lógica.

Criaturas marinas hambrientas, superpotencias desconfiadas, tenistas de élite y un inocente juego popular son cuatro casos, nada sospechosos de estar emparentados entre sí, pero los cuatro tienen algo en común. Eso es comprender en ciencia: buscar lo común entre lo diverso. Lo contrario, buscar lo diverso entre lo similar, también es ciencia, pero se llama observar. Y así, entre observaciones y comprensiones, es como avanza la ciencia. Director científico de

la Fundación La Caixa.