Cuando la ciencia ficción es un pretexto

Una de las tendencias del nuevo cine fantástico, avanzada por títulos como¡Olvídate de mí! (2004),Primer (2004) oMonsters (2010), son las películas que utilizan la ciencia-ficción como pretexto para levantar una historia compleja, en las que el elemento fantástico es el motor y la excusa para hablar del hombre. En esta edición del festival de Sitges coinciden varios títulos (muy distintos entre sí) que se ajustan a ese planteamiento:Eva, Extraterrestre,en cierto modoMelancholiay la interesanteAnother Earth, una de las películas de la sección oficial a concurso que pudieron verse ayer.

Para su autor, el estadounidense Mike Cahill, esta tendencia abre nuevas vías a «un género que había sido secuestrado por los efectos digitales. La utilización -añade- de la fantasía como pretexto para hablar de la condición humana, en este caso de temas como la culpa y la esperanza, me parecía una idea muy bonita». Formado como documentalista, el director plantea en su primer largo de ficción una situación con infinidad de posibilidades para el género: el descubrimiento de la existencia de una réplica exacta de la Tierra. Pero, en vez de abordarla desde una óptica puramente fantástica, lo hace con los códigos del melodrama. Cahill, que firma una película de realismo estilizado, se sirve de esa premisa para plantear con lucidez y emoción cómo actuaría el hombre, en qué cambiaría su forma de ser y comportarse, si supiera que puede ser mejor, que en otro lugar existe una versión mejorada de sí mismo.

LA MAGIA DE OCELOT/ En una jornada marcada por la variedad, también pudieron verse The mortician(que aspira al premio paralelo Òrbita), discretísimo híbrido de thrillersuburbial y melodrama con un 3D imperceptible, y otras dos películas importantes de la sección oficial a competición: Les contes de la nuit, una propuesta de animación en la que el francés Michel Ocelot (Kirikú y la bruja) juega con las dos dimensiones y el 3D para componer un emotivo homenaje al arte de contar historias, y uno de los títulos asiáticos a concurso. Se trata de la película chinaThe sorcerer and the white snake,lo nuevo del veterano hongkonés Tony Ching Siu-Tung, responsable de la trilogía inaugurada conUna historia china de fantasmas(1987) y que ayer recibió una Màquina del Temps.

Protagonizada por Jet Li, es un combinado psicotrónico e infantil de aventuras épicas, artes marciales, romanticismo y humor de bajos vuelos. Tiene un arranque simpático por disparatado, pero se vuelve agotadora por su exceso de efectos digitales y la tosquedad de estos.