ANÁLISIS DEL INSTITUT CATALÀ DE CIÈNCIES DEL CLIMA

La variabilidad natural de los océanos explica la reciente desaceleración del calentamiento global

Un estudio concluye que el agua marina ha absorbido una gran cantidad de calor, pero que el proceso es solo temporal

Mapa de la anomalía de la temperatura superficial de los océanos a finales de marzo del 2013 con respecto a la misma fecha del periodo 1971-2000

Mapa de la anomalía de la temperatura superficial de los océanos a finales de marzo del 2013 con respecto a la misma fecha del periodo 1971-2000 / NOAA

ANTONIO MADRIDEJOS / Barcelona

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La granabsorción de calor por parte de los océanos tropicales, un fenómeno natural cuya magnitud no se había previsto, parece ser la principal responsable de que elaumento de las temperaturas mundiales se haya desacelerado durante la pasada década en el conjunto de la Tierra pese a que las emisiones de efecto invernadero de origen antrópico no han cesado de crecer. Esta es al menos la explicación aportada por un estudio delInstitut Català de Ciències del Clima (IC3), en Barcelona, que ha analizado todas las hipótesis propuestas hasta ahora y las ha validado con uno de los principales programas de cálculo climático, el modelo europeoEC-Earth.

"La variabilidad natural del sistema climático está enmascarando temporalmente el impacto de las emisiones de gases", explica a este diarioVirginie Guemas, investigadora francesa del IC3 y coordinadora del trabajo. Y el calor volverá a salir tarde o temprano, posiblemente a lo largo de esta década, porque forma parte de la variabilidad natural. "La pausa es solo temporal", añade.

Los detalles de la investigación se han publicado en la revista especializadaNature Climate Change.

En los últimos años, el ritmo de incremento de las temperaturas terrestres se ha desacelerado o incluso, como sostienen los más críticos, se ha detenido. Además del impacto de los océanos tropicales, Guemas explica que en los últimos años se han propuesto diversas hipótesis para explicar el fenómeno, como la disminución de la concentración de vapor de agua en la estratosfera, el aumento de los aerosoles troposféricos debido a las múltiples erupciones volcánicas recientes (aunque de pequeñas dimensiones), una estimación incorrecta del efecto neto de los aerosoles y una disminución temporal de la actividad solar, que sigue unos ciclos.

"Nuestro trabajo nos permite saber cuál de esas hipótesis es la más fuerte", insiste Guemas.

El EC-Earth es un gran programa informático desarrollado para elCentro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF) por diversos centros de investigación y servicios meteorológicos. En él se pueden introducir factores variados, como el efecto de los océanos, del hielo polar y el vapor de agua en la atmósfera, y ver cómo evolucionarán las temperaturas terrestres. Además, como se conocen los datos de años pasados, también se puede hacer funcionar para atrás para validar si las hipótesis son correctas.

En el caso del estudio del IE3, lo que han hecho esencialmente los investigadores es comprobar si las posibilidades propuestas, una a una, explicarían la desaceleración observada. "De este modo se consiguió predecir retrospectivamente el actual parón de las temperaturas hasta cinco años antes", dice una nota informativa del IC3.

Entre 100 y 700 metros de profundidad

El calor lo han capturado todo los océanos, pero especialmente el Atlántico tropical y a una profundidad de entre 100 y 700 metros de profundidad. Guemas explica que ese proceso de absorción se ha podido observar en al menos dos fenómenos: por una parte, una cierta desaceleración de la llamada circulación termohalina en el Atlántico, la gran cinta transportadora que lleva agua cálida desde el ecuador hasta latitudes más septentrionales (y que favorece los inviernos relativamente suaves de Europa del norte); por otra, un cambio de latitud en las células tropicales, un fenómeno atmosférico que favorece la formación de tormentas.

La semana pasada, otro estudio publicado en la revistaGeophysical Research Letters ya observó que las recientes tasas de calentamiento de las aguas por debajo de 700 metros "parecían no tener precedentes".

"El calor va a salir de nuevo de los océanos y el proceso del calentamiento seguirá, pero es difícil saber cuándo se producirá exactamente", concluye Guemas.