CONSECUENCIAS DEL NUEVO PAQUETE DE AYUDA EUROPEA

Grecia hunde el euro

ANDRÉS MOURENZA

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¿Se ha vuelto loco el capitán del barco? Esto se han preguntado en las últimas 48 horas muchos de los políticos griegos, incluidos los diputados del Partido Panhelénico Socialista (PASOK), al conocer la decisión del primer ministro, Yorgos Papandreu, de convocar un referendo sobre el nuevo paquete europeo de rescate de Grecia. Además, irá precedido de una moción de confianza en el Parlamento que se votará el viernes.

Desde luego, los mercados financieros europeos dieron ayer por sentada la enajenación mental del líder socialista griego y las pésimas consecuencias que esa decisión puede tener para el zona euro y para el propio futuro del país heleno dentro de la Unión Europea. Una idea que comparten algunos de los parlamentarios del PASOK. La diputada Milena Apostolaki, anunció ayer su salida del grupo socialista en protesta por la decisión, uniéndose a la otra media docena que han desertado en los últimos dos años, estos otros en protesta por las políticas de recortes sociales. «Es mi deber resistirme a esta equivocada elección política que amenaza la viabilidad del país», dijo Apostolaki.

Así, el partido gobernante solo cuenta con 152 de los 300 escaños en el Parlamento. Aún más, la lealtad de muchos de estos parlamentarios está en duda: «Lo que se necesita en este momento es que usted tome la iniciativa para que se forme un gobierno de unidad que tenga como primer ministro a una persona que sea aceptada por la mayoría con el fin de salvaguardar este acuerdo (con la UE)», criticó la diputada socialista Eva Kaili en una carta a Papandreu. Otros seis altos dirigentes del PASOK publicaron un texto llamando a que una administración «políticamente legítima» se haga cargo del país, la misma petición que hizo el líder de la oposición, Antonis Samaras, del conservador Nueva Democracia (ND).

SORPRENDIDO / Pero Papandreu ni es tonto, ni se ha vuelto loco. Lo que ocurre es que los diputados se han visto sorprendidos por las nuevas reglas de juego impuestas por Papandreu; y es que hay serias posibilidades de que salga derrotado en alguna de las dos votaciones (si bien en caso de que perdiese el voto de confianza parlamentario se vería obligado a convocar elecciones anticipadas y, por tanto, el referendo no tendría lugar).

A pesar de ser hijo del fundador del PASOK, Andreas Papandreu, sus ideas difieren con mucho del entendimiento populista y hasta caciquil que tenía su progenitor de la política y que aún predomina entre los barones de la formación gobernante. Hasta que heredó el ejecutivo y se dio cuenta de que su antecesor, el conservador Kostas Karamanlis, había falsificado las cuentas, Yorgos Papandreu, nacido en EEUU, soñaba con una política verde y 2.0. Y ahora, según sus más cercanos colaboradores, cada vez se siente más «aislado» de los cuadros del partido.

De hecho, su decisión es comprensible: si Papandreu debe ser el cirujano que opere a Grecia, necesita un mandato fuerte, sin fisuras en su grupo parlamentario (de ahí el voto de confianza). También manda el mensaje a la Unión Europea de que «Grecia es soberana», ya que el antieuropeísmo de los griegos está creciendo a fuerza de escarmiento: solo basta comprobar que si hace año y medio la deuda helena equivalía al 110 %, ahora -varios planes de rescate de por medio-el monto se prevé ascienda al 170% en el 2012 y no volverá a bajar al 120%... ¡hasta 2020!

Igualmente, hay un mensaje directo a la calle y a las constantes protestas sociales que vive el país. ¿Queríais responsabilidad? Pues aquí la tenéis. Los griegos, si finalmente se produce el referendo, deberán apechugar con las consecuencias de su elección, que son básicamente dos: aceptar el plan de rescate y, con él, nuevos ajustes, o bien, rechazarlo y que Grecia se declare en suspensión de pagos, con la más que probable salida de la zona euro. Según una encuesta publicada el pasado fin de semana, el 58,9 % de los griegos son contrarios al nuevo acuerdo con la UE, pero es que además, el 54,2% de los griegos creen que debe ser sometido a referendo, algo que da la razón a la apuesta de Papandreu.

Si este sale vencedor del órdago, nadie le podrá rechistar. Si pierde, en el fondo se habrá librado de un cargo que le ha supuesto más dolores de cabezas que alegrías y podrá pasar la patata caliente a otra persona. La pregunta es: ¿habrá alguien dispuesto a asumir tamaña responsabilidad?

Ayer se produjo un hecho que indica por dónde van los tiros: el Gobierno cambió, de golpe y porrazo, a toda la cúpula de las Fuerzas Armadas. Según dijo un veterano analista político griego a este diario, «esto es algo que ocurre cada vez que va a haber elecciones». Samaras y su Nueva Democracia carecen de credibilidad puesto que su Gobierno metió a Grecia en el embrollo de las cuentas trucadas y el partido vivió una escisión. De llevarse a cabo unas nuevas elecciones, los dos grandes partidos verán reducidos sus escaños y subirán ligeramente los otros tres partidos menores haciendo difícil la formación de un nuevo gobierno.