LA CRISIS TURCA

Un manifestante muere tras recibir un disparo en la cabeza en Turquía

Los trabajadores del sector público se unen a la protesta con dos días de huelga

Un manifestante, en una barricada una bandera turca con la imagen de Ataturk, en Estambul.

Un manifestante, en una barricada una bandera turca con la imagen de Ataturk, en Estambul. / ARIS MESSINIS

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Un joven de 22 años se ha convertido, en la madrugada de este martes, en la segunda víctima mortal de las masivas protestas antigubernamentales que se extienden por Turquía por quinto día consecutivo. La víctima recibió un disparo en la cabeza con un arma de fuego a manos de desconocidos durante una protesta a medianoche en la provincia de Hatay, cerca de la frontera con Siria, según ha informado la página web de la oficina del gobernador de la zona.

El diario 'BirGün' ha informado a su vez que el fallecido, identificado como Abdulá Comert, era militante del Partido Republicano del Pueblo (CHP), la principal fuerza de la oposición. El rotativo asegura que el disparo salió de un blindado policial.

En su último mensaje en su perfil de Facebook, el joven afirmaba que había dormido cinco horas en los últimos tres días y que estaba dispuesto a morir para salvar su país. Otro joven murió en la madrugada del lunes tras ser atropellado por un vehículo particular en Estambul.

Además otro manifestante que recibió también un disparo en la cabeza se encuentra en estado de muerte cerebral y una mujer que recibió el impacto de un bote de gas en la cabeza está en coma profundo.

Los heridos

Aunque, según las autoridades, en los violentos choques entre policías y manifestantes solo han resultado heridos 160 agentes y 60 civiles, el Colegio de Médicos dio la noche del lunes la cifra de 2.500 heridos solo en Estambul y Ankara, los dos epicentros de las protestas que se han extendido por todo el país. Los enfrentamientos se han reproducido en la madrugada de este martes.

La Confederación de Sindicatos de los Trabajadores Públicos (KESK, en sus siglas en turco), una organización sindical izquierdista que representa a 240.000 empleados del sector, ha convocado una "huelga de advertencia" de dos días, empezando este martes, para protestar contra los excesos policiales en la represión de unas manifestaciones que se iniciaron de forma pacífica.

Pese a la crisis, el primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, al que los manifestantes acusan de autoritarismo y de querer imponer un estilo de vida islamista a la población secular, ha mantenido su agenda internacional y ha viajado este martes a Marruecos. Antes de iniciar el viaje, Erdogan ha reiterado que "esta protesta está organizada por elementos extremistas". "No les daremos nada a estos que andan codo con codo con el terrorismo", ha añadido.

A su llegada a Rabat, flanqueado por el primer ministro marroquí, el también islamista Abdelilá Benkirane, Erdogan ha culpado de la violencia a los partidos "que perdieron las elecciones" y ha pronosticado que "en unos días, la situación volverá a la normalidad".