Hungría quiere acelerar la expulsión de los kosovares

Hungría aprobará una ley que le permita extender la detención o iniciar un proceso de deportación rápida de inmigrantes en situación de ilegalidad, según ha anunciado el primer ministro, Viktor Orban.

El país experimenta un aumento de las entradas ilegales de inmigrantes por el sur, principalmente procedentes de Kosovo. Esto ha provocado que solo en enero se hayan producido 10.000 solicitudes de asilo.

El éxodo kosovar ha sido propiciado por la apertura de la frontera entre Kosovo y Serbia. Los inmigrantes, que huyen de la pobreza y la falta de perspectivas, cruzan el territorio serbio para llegar a Hungría, país miembro de la Unión Europea (UE), con la intención de viajar después a Austria o Alemania. Dado que la guerra de Kosovo finalizó hace años, a la mayoría de los que solicitan asilo se les considera inmigrantes económicos, por lo que su solicitud suele ser denegada. El año pasado, Alemania rechazó el 99% de las peticiones de asilo presentadas por kosovares. El propio Gobierno de Pristina pide a la UE la repatriación.

La mayoría de inmigrantes presentan ahora solicitud de asilo en Hungría para evitar ser deportados. «Si no tenemos leyes que nos permitan detenerles inmediatamente y devolverles a sus países, Hungría se va a convertir en un campamento de inmigrantes», señaló Orban.