Bajas expectativas en la cumbre humanitaria de la ONU

Las cumbres de la ONU suelen llegar envueltas de bonitas palabras para un contenido vacío. Como ejemplo, el título de las sesiones del día de apertura: 'Liderazgo político para prevenir y terminar los conflictos' o 'Que nadie se quede atrás: un compromiso para combatir el desplazamiento forzoso'. ¿Se espera algo de la primera Cumbre Humanitaria Mundial en un momento en el que el mundo asiste a varias crisis de máxima gravedad, como la de Siria, Yemen o Sudán del Sur? Nadie en Estambul, ciudad que acoge el evento, parece tenerlo muy claro, ni siquiera los mismos participantes de la reunión.

En vista del escaso calado de ésta, Médicos Sin Fronteras (MSF, probablemente la organización más respetada del mundo en lo que a emergencias humanitarias se refiere) decidió no participar en señal de protesta. Una de sus principales críticas: que no se aborde el humanitarismo, sino que esté centrada en un marco más amplio de ayuda al desarrollo.

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“Es un momento en que el mundo vive ante 60 millones de refugiados que son tratados a patadas por los países que afirmaron tanto los principios éticos del derecho internacional humanitario y de refugiados como su marco legal. Un momento en el que se viven 4 o 5 conflictos de una absoluta crueldad y que demuestran la ineficacia política para ponerles resolución”, asegura a EL PERIÓDICO Joan Tubau, director general de MSF España.

“Habrá cumbres sobre los objetivos de desarrollo sostenible y serán bienvenidas. Ahora tocaba hacer la cumbre de la gente bombardeada en Alepo, de quienes cuando huyen, se aplastan contra la frontera de Turquía, la gente que, cuando consigue pasar andando se congela en Bulgaria...”, agrega. Asimismo, empleados de otras organizaciones que sí están presentes en esta cumbre confesaron, bajo condición de anonimato, dudar de la utilidad de la misma.

AUSENCIA DE OBAMA Y PUTIN

Ni siquiera los invitados son de la talla esperada: la ausencia de los presidentes ruso y estadounidense, Vladimir Putin y Barack Obama, supone un mazazo a la reunión. En el caso del Gobierno ruso, Moscú ha argumentado que sus propuestas humanitarias fueron ignoradas y por eso no ha acudido Putin. Entre los presentes, la cancillera alemana, Angela Merkel, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el presidente turco y anfitrión, Recep Tayyip Erdogan.

En una declaración que deja la pelota en el tejado de los gobiernos y exculpa a las oenegés, Gerald Bourke, del Programa Mundial de Alimentos, señala que “los problemas humanitarios tienen casi siempre una solución política”. “Nosotros solo ponemos parches”, admitie. Y como la financiación de esos parches se antoja a menudo complicada, en la cumbre se está negociando un mejor mecanismo de consecución y transmisión de fondos.

Pero en Estambul tampoco parece haberse reparado en gastos. Preguntado por los periodistas sobre el coste de la organización de la cumbre, el vicesecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Stephen O'Brien, eludió responder y optó por destacar el esfuerzo económico del país anfitrión. Sin aportar tampoco cifra alguna.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"El 'gran trato' de la cumbre","text":"La comunidad humanitaria se enfrenta a una falta de fondos para llevar a cabo las acciones humanitarias necesarias que suma m\u00e1s de 13.000 millones de euros. Para lograr cubrir estas necesidades, los l\u00edderes asistentes a la reuni\u00f3n han impulsado una iniciativa llamada 'el gran trato', que consistir\u00e1 en priorizar entidades locales y nacionales a la hora de transferir fondos y en minimizar los tr\u00e1mites burocr\u00e1ticos a los que est\u00e1 sujetos estos movimientos de dinero."}}