Desde la barrera

El regreso al pajar

Catalunya, que antes fue el motor de España y hoy es su lastre, vive un declive difícilmente reversible

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ALEIX VIDAL-QUADRAS

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A la vista de todos los sondeos, está cantado que el extraño experimento iniciado porPasqual Maragall hace siete años llegará a su fin el próximo 28 de noviembre. La insólita alianza de un partido de ámbito nacional supuestamente comprometido con la Constitución de 1978 y una fuerza independentista que se dedica a la quema de banderas españolas y al ultraje sistemático de la Corona es un invento que solo podía caber en la imprevisible cabeza del exalcalde olímpico. También es verdad que semejante aberración política ha sido posible porque en la Moncloa habita un curioso personaje que considera el disparate una forma perfectamente normal de gestión.

Catalunya, aunque muy debilitada por 30 años de nacionalismo introvertido, es una sociedad con una larga tradición de dinamismo empresarial, de respeto a los valores familiares, de valoración del esfuerzo individual y de creatividad artística. Por consiguiente, un Gobierno autonómico construido sobre tres pilares de izquierda radical y un programa colectivista, intervencionista, rabiosamente feminista y tácitamente separatista encaja con la realidad catalana como servir café con leche para acompañar una butifarra con judías. La cosa pudo nacer y ha durado lo que ha durado debido a la fatiga provocada por algo más de dos décadas de liderazgo paternalista y sofocante, que, a pesar de los deseos de su longevo protagonista, gozaba del don de la ubicuidad, pero no del de la eternidad. Otro factor a tener en cuenta es la ausencia por una decisión estratégica equivocada deAznaren 1996 de un proyecto genuinamente catalán inserto en una visión española y situado sin complejos en el espacio liberal-conservador con capacidad de dar la batalla al particularismo hegemónico en el campo de las ideas. Tampoco se puede olvidar que los catalanes son en su mayoría gente civilizada y sensata, por lo que aguantar un Gobierno en el que se afirma que los okupas representan un estilo de vida digno de respeto, en el que se paga un millón de euros por una lanza amazónica, en el que los naturales de la provincia de Córdoba se transmutan en émulos deCompanysy en el que el departamento de Salut fomenta imaginativas fórmulas sexuales desde su página web es un ejercicio condenado a sobrevivir un tiempo limitado.

La campaña electoral muestra a las claras que el Principado ha vivido inmerso en un absurdo permanente y ahora sus protagonistas intentan que la gente olvide los excesos pasados. El pobreMontilla, cuyo mayor mérito parece que consiste en ser un hombre normal, se dedica a renegar de todo lo que ha venido practicando desde que llegó a la plaza de Sant Jaume y denuncia como atropellos sus actuaciones de ayer. Los energúmenos secesionistas se preparan a recibir un castigo monumental después de haber malgastado en extremismos delirantes el capital que las urnas les dieron en el 2004 y haberse despedazado entre sí. El ecosocialismo arcoíris no se librará a su vez de pagar el precio de sus coqueteos con la chusma vandálica y de sus reiteradas demostraciones de incompetencia. Ante un cuadro tan desolador, los votantes se disponen a lanzarse en brazos de los herederos dePujol,que, por lo menos, no se ponen del lado de los delincuentes frente a las fuerzas de seguridad y todavía saben que los empleos y la riqueza los crean los empresarios, los profesionales y los autónomos y no el poder público, por lo que conviene crear un entorno fiscal, normativo, laboral y ético que facilite la actividad de los emprendedores en lugar de machacarlos como han venido haciendo los preclaros integrantes del tridesastre.

La incógnita que queda por resolver y que el tiempo despejará es siArtur Masy su cohorte deyuppiesnacionalistas optarán por la huida hacia adelante exigiendo la autodeterminación o se conformarán con mandar en Catalunya y depredar en Madrid. La primera senda es la que conduce al fracaso, y los acontecimientos históricos del último siglo en Catalunya lo han dejado bien sentado; la segunda es la que mejor refleja el legado del patriarca, que siempre fue perfectamente consciente de las ventajas del excitante equilibrio de serBolívaren Catalunya yBismarcken España. El hecho innegable es que Catalunya está en franca decadencia en los terrenos económico, social y cultural, que las multinacionales huyen de su territorio, que la Comunidad de Madrid la ha sobrepasado en PIB y que las personas más válidas o no vienen o se van, ahogadas por el provincianismo hortera que transpiran las gentecillas que han invadido los centros de decisión y los distintos estratos de la Administración envueltos en un progresismo cuatribarrado de ínfimo nivel. A final de este mes los ciudadanos de la que fuera motor de España y ahora se ha convertido en su lastre regresarán cariacontecidos alpal de pallerpara intentar salvarse de la ruina a su sombra protectora. Vana ilusión, el daño es ya demasiado profundo, el declive difícilmente reversible.

Vicepresidente del Parlamento Europeo.