El mercado de las telecomunicaciones

Orange se queda sola al costear los móviles a los nuevos clientes

JOSEP M. BERENGUERAS
BARCELONA

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Una nueva guerra en el sector de las telecomunicaciones ha sido declarada. A un lado, Telefónica y Vodafone, que dejarán de subvencionar los móviles (pagar parte del teléfono cuando un cliente quiere cambiar su terminal) para ofrecer tarifas más baratas. Al otro lado del cuadrilátero, Orange, tercera operadora en el sector, que continuará sufragando, como hacían hasta ahora todas las firmas del sector, parte del nuevo móvil del cliente. La compañía naranja antepondrá ganar aún más clientes por encima de mejorar la rentabilidad, mientras que Telefónica y Vodafone buscan mejorar los balances cuidando a sus actuales usuarios e impidiendo que se marchen a otra compañía. Esta nueva división en el sector hace presagiar otra guerra de tarifas.

Todo comenzó en el pasado Mobile World Congress de Barcelona, cuando Telefónica anunció que cambiaba «el modelo de venta de terminales» apostando por la «recompra y financiación sin intereses». Bajo este anuncio se escondía una revolución en el sector, un cambio radical en el modelo que había acompañado la actividad desde hace más de una década pero que había cobrado especial importancia sobre todo con la aparición de los smartphones.

INCLUSO GRATIS / Hasta ahora, las principales operadoras del sector (Telefónica, Vodafone y Orange) pagaban parte del móvil que quería adquirir el consumidor. Habitualmente, las operadoras asumían más de 200 euros del precio del terminal: si un cliente quería comprar el móvil X, que libre costaba 400 euros, se lo ofrecían por 200 o, en el caso de que se comprometiera a una tarifa plana de llamadas (y coste) superior, por aún menos dinero, incluso gratis. Gracias a esta tarifa y a la permanencia que obligaba a firmar al usuario, la operadora recuperaba poco a poco el dinero invertido.

Y así fue hasta finales de febrero. Telefónica anunciaba que dejaba de financiar los terminales de los nuevos clientes, mientras que Vodafone se unía a la iniciativa a mediados de marzo. «Para los nuevos clientes, las subvenciones de terminales serán sustituidas por financiación y recompra de aparatos», señaló la compañía en un comunicado.

En la práctica, esto se traduce en que el usuario tiene que pagar su teléfono a plazos, aunque esta financiación la cursan directamente las operadoras gracias a acuerdos que han firmado con financieras. Desde marzo los nuevos clientes de Telefónica ya lo hacen: pagan el terminal en un plazo de 3 a 18 meses sin intereses. Si quieren comprar un Nokia Lumia 800 (439 euros), deben pagar su tarifa de llamadas e internet y la letra del móvil (36,58 euros durante 12 meses o 24,39 durante 18 meses).

LA BATUTA / Este modelo lo asumirá también Vodafone a partir del próximo 10 de abril. «Cuando había pocos clientes, las operadoras tenían que ofrecer teléfonos baratos para ganar abonados y convencerles. Sin embargo, ahora algo ha cambiado: los ciudadanos ya no quieren solo un móvil barato, sino que quieren este o aquel móvil barato en especial. Esto hace que los fabricantes puedan imponer precios de los móviles más populares a las operadoras. Además, los ingresos por llamadas bajan, y los SMS, muy rentables, ya no se envían. El mercado ha cambiado por completo», explica el profesor de IESE Javier Zamora.

Pese a ello, las firmas han continuado regalando móviles para asentarse en el mercado. Movistar conserva cerca del 40% de cuota de mercado, mientras que Vodafone está en el 28%, y Orange, en el 20%. «Telefónica y Vodafone han logrado ya una base suficiente de clientes. Habrán hecho cálculos y visto que les sale más a cuenta retener los clientes con mejores condiciones que seguir asumiendo el coste de subvencionar terminales», señala el profesor de Esade Marc Cortés.

MÁS CLIENTES / Pero Orange no se sumará a esta práctica: en contra de lo que podrían esperar las dos mayores operadoras, continuará pagando parte de los móviles. «La empresa continuará ganando clientes. Habrá calculado que con los nuevos usuarios podrá soportar el coste de las subvenciones. La duda es si puede aguantar con esta política mucho tiempo», agrega Cortés.

¿Cómo evitarán Movistar y Vodafone que sus clientes se marchen a Orange? «Mejorando el servicio de atención al cliente y, sobre todo, rebajando las tarifas», explica Zamora. De hecho, las firmas azul y roja han asegurado que seguirán pagando parte de los nuevos móviles a sus clientes actuales, por ejemplo, si entregan el móvil viejo. «Está por ver si será suficiente para retenerlos. Si no, la guerra de tarifas se podría recrudecer en los próximos meses y obligar a Telefónica y Vodafone a rebajar aún más sus tarifas», afirma Cortés.