"Seguiré la huelga de hambre para luchar por mi vivienda"

Hace 15 días se plantó con su silla de ruedas frente a la sede del Banco Santander en el paseo de Gràcia con dos pancartas para protestar contra su embargo: «Esto es una huelga de hambre», anunciaba uno de los carteles que no dejaba indiferente a casi nadie. Burgos explica que una escoliosis lo dejó en silla de ruedas y que, al no poder trabajar, el seguro que contrató debía hacerse cargo de la hipoteca. Pero la empresa aseguradora, filial de la entidad, se había negado en un principio alegando que el cliente ocultó información de su estado de salud en el momento de firmar la hipoteca, según explica el manifestante.

El martes pasado, varias plataformas de afectados por las hipotecas y asociaciones de vecinos acudieron al lugar para solidarizarse con el manifestante. Algunos de ellos entraron en la sede de la entidad y organizaron una sonora protesta que terminó con la presencia de la policía. Esa misma noche, unos representantes del banco hablaron con Burgos para abrir una negociación. Por ahora se ha suspendido la ejecución hipotecaria prevista para ayer.