Lunes, 8 de octubre del 2012 Maria Carme Trillas (Barcelona)

A los 81 años, este verano, al volver de un fin de semana de playa, me encontré mi piso destrozado e inundado por una fuga de agua de un vecino. Con el apoyo de familiares y amigos de momento he ido aguantando. Además, tengo un seguro de hogar con una de las entidades financieras más importantes de Catalunya, a la que siempre he pagado y nunca he utilizado. Mi gran sorpresa ha sido descubrir que ese superseguro no tiene en cuenta a las personas, tan solo ha hecho un peritaje y ha ingresado un dinero en mi cuenta que no cubre ni el 50% de los daños porque se amparan en una concurrencia con el seguro de la comunidad de vecinos. Lo más grave es que después de dos meses sigo sin luz ni agua. Y el seguro aún no me ha dado la inhabitabilidad de la casa, por lo que no puedo irme a un hotel o alquilar un piso. La única respuesta que recibo es que están estudiando el caso... ¡desde el 28 de julio! El mejor seguro que tienes es tu familia y tus amigos, el resto es solo dinero.

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