Martes, 4 de noviembre del 2014 Jaume Layola (Barcelona)

Barcelona es una de las ciudades con mayores índices de contaminación acústica, lo cual hace que cada vez más ciudadanos contraigan enfermedades por esta causa. El Ayuntamiento de Barcelona debería hacer valer todos los artículos de la ordenanza de terrazas, y no solo los que les interesa a algunos de una manera autocrática. El artículo 31 dice: "El funcionamiento de las instalaciones autorizadas no puede emitir al medio ambiente ruido, luces, olores ni otras emisiones que suponen una molestia para los vecinos y los peatones". Esta parte de la ordenanza parece que la ignoran. Si aplicaran las ordenanzas correctamente se evitaría el malestar de los vecinos a causa del ruido. Recordemos si no las malas experiencias que viven los vecinos de Poble Sec, Sagrada Família, Barceloneta, plaza de Osca, Badal, etcétera.

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